Burbuja 41. La pandemia. Romper el silencio y otras cosas nuevas.

Después de todo este tiempo de silencio y de enojo volví a escribir.

Escribí en respuesta a alguien al que no contesté pues tampoco me habló claramente.

Me sumé a unos puntos suspensivos pues por el Mundo se había extendido una plaga vírica eliminando a diestro y siniestro a personas, a gentes de todas partes, a los mayores, especialmente, de entre todos ellos.

Aquellos que quisieron eliminarlos con leyes de a una muerte digna. Personas convertidas en cerdos, como en las fantasías animadas japonesas, habían conseguido llevar a cabo su ley.

La muerte.
La muerte vino con toda su dignidad demostrando cuan cerdos eran en verdad aquellos hombres.

Su podrida mente quedó al descubierto.


Durante todo aquel tiempo de enojado silencio me pregunté cómo Dios haría temblar el manto terrestre para que toda persona se enterara de que algo pasaba. De cómo haría llamar su atención.


Pero todo esto era ya una auténtica duda en mi cabeza. Había dejado de creer en los hombres y a la vez los veía capaz de todo.

De asesinar y propagar. De hacer cumplir la ley que habían firmado y eliminar en forma de purga a una importante parte de la población. Ficciones de todo tipo avalaban esa opción. En eso pensaban y eso popularizaban algunos. Las purgas.

Durante estos años de silencio no paré de proferir todo tipo de insultos y vejaciones verbales contra toda la panda de seres con los que vivía. De todos esos coetáneos  acumuladores de todas las faltas.

Yo no me libraba, claro está.


Durante aquel tiempo de silencio se escribió en mi mente la más grande página jamás imaginada de exabruptos contra todos.
Panda del mayor acúmulo de maldad. De hipocresía y falsedad.

De un engaño de proporciones mundiales.

De seguir engañando y mintiendo.


Son unos mierdas, dije.


Y algunos decían: ¡Oh!, ¡Ah! ¿Cómo se atreve?, o incluso, ¡Vaya flojera!

Algunos se creían limpios y otros querían que se hubiera vertido más suciedad.
Algunos pensaban que eso no estaba permitido y que su solo pensamiento era una gran falta, el pensar que los humanos eran unos mierdas, y otros querían que aquella gran página se hubiera escrito con toda riqueza de detalles y que se hubiera escupido a todos menos a ellos mismos pues a ellos no les atañía tal maldad o, en el peor de los casos, sólo alguna pequeña falta, de las todas aquellas muchas, les describía.

Gran variedad.

Años escribiendo faltas y pecados.
Una vida entera no era suficiente para describir todo aquello.
La historia del planeta lo constataba.

La mierda llegaba en forma de olas a las orillas de las tierras, como una gran metáfora real y verificadora de que eso era así.



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Y finalmente rompí el silencio de las teclas y escribí así:

(25-03-2020)



Hola -----. Hola a todos. Otra vez, otra vez.

¿Que cómo estamos pregunta?

Yo estoy cabreado. Profundamente cabreado.

(!Oh Dios! De nuevo el repiqueteo de las teclas en los cruces.)

La verdad, no se si quieren o cómo o si debo. No se si en verdad les importa la verdad de la que a veces escriben o si eso que pronuncian es solamente verdad, Verdad o VERDAD.
No sé si les apetece o lo necesitan o lo buscan o engañan y mienten y de ahí mi profundo y enorme cabreo. No se si quieren o para qué lo quieren o qué es lo que quieren.

No hay mención. Todos callan y esconden y esquivan y evitan.
No se imaginan el cabreo y el despertar en mitad de la noche entre sueños y sudor gritando "¡Hijos de puta!" de la inconsciencia consciente y la consciencia inconsciente.
De todo mi ser y estar y sentir y sufrir los o les o las o su puta madre quieran que se diga o se nombre o se mente.

Cabreado y esperando sedente.
Pacientemente esperando.
Esperando que toda esta mala sangre huya de mi.
Intentando pensar en la esperanza de que alguien haga o diga o silbe cual comparsa y entone o intente entonar la canción que canté y surgió para todos.


Me aferro a esos puntos suspensivos y me declaro punto entre ellos.
Yo dije punto y hablé, o mejor dicho escribí sobre el punto, y me hice punto a mi mismo e hice punto en boca con mi boca y a mis manos para frenar este sórdido repiqueteo de las teclas en los cruces.
Pero ni caso a nada.
Allí su silencio. Allí su miedo.

¿Miedo dicen por ahí?
¡Miedo a perder el alma!
Eso sí es MIEDO.

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En referencia a:

https://www.otraspoliticas.com/politica/tenemos-que-hablar/#comment-70701


Pero no lo puse allí y lo pongo aquí.


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Y ya puestos, puesto que lo puesto no era como debía ser, volví a hacer hincapié.


(29-03-2020)


https://www.otraspoliticas.com/politica/las-ensenanzas-del-covid-19/


Muchos trabajos son prescindibles

Desde luego. Toda la industria armamentística es uno de ellos, por ejemplo.

Algunos son prescindibles y otros muy infravalorados.
Alguna vez entre estas páginas he mencionado a la pirámide entre las cosas que les decía. 

No sé si se llega todavía a entender el concepto de lo que aquello construido hace tanto tiempo puede aportar como enseñanza.

Consideramos la pirámide como un objeto arquitectónico o como una figura geométrica y la utilizamos para explicar desde nuestra estructura social hasta engaños económicos.
Sí. así es. Las pirámides han sido tergiversadas en muchos sentidos hasta hacernos creer que aquella de entre todas las piedras que hay en lo alto es la más importante y valiosa.
Muchos piensan, igualmente, que en una estructura social la "piedra" situada en lo más alto debe ser la mejor y más valiosa. La mejor remunerada. Así, nuestra sociedad tiene algunas piedras en lo alto de sus pirámides consideradas como si fueran objetos de culto y merecedoras de privilegios por encima de todos los demás
Quizás algunos ahora caigan en la cuenta que todas las piedras de una pirámide tienen pocas diferencias entre su tamaño y que no las más altas son las más grandes y ni mucho menos las más valiosas.
Si quitas la piedra que está en lo alto de una pirámide poco sufre la estructura de una pirámide. Allí seguirá toda su estructura y si te alejas un poco para ganar perspectiva, podrías seguir diciendo: es una pirámide.
Pero si a una pirámide se le quita una piedra de las de su base, se podría correr el riesgo de que la pirámide entera se desmoronara, o si no entera, una gran parte de ella.
Entonces, ¿qué piedra es la más valiosa de una pirámide?
Todas aquellas, multitud de ellas que están en su base, son las más valiosas. Las primeras. Las que soportan mayor peso y mayor carga. Las que sufren más y mayor tensión. Las más fuertes entre ellas. Las más resistentes deben ser aquellas.
Muchas, cuando nos acercamos a una pirámide, están a nuestro lado y no les damos valor alguno. Las despreciamos pues están manoseadas, ninguneadas, incluso parecen sucias al pie de los caballos como quien dice. La importante es aquella que está arriba, pensamos.
Aquella que está arriba no es nada sin la que está más abajo.
Se puede entender ahora todo lo que es el sector primario y su muy mal valorado valor.
Todas esas personas silenciosas, encorvadas por el sufrimiento y el peso de su carga, sucias y bañadas en sudor por su esfuerzo. Todas aquellas a las que alejamos de nuestra vista por parecer despreciables resulta que son, muchas de ellas, de entre las más valiosas.

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Muchos trabajos se pueden desempeñar desde casa.

Así es. Muchos trabajos se pueden y se han desempeñado desde casa y desde siempre. Muchos de esos trabajos no han sido considerados como trabajos, ni valorados, ni tenidos demasiadas veces en cuenta.

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Las escuelas pueden funcionar de otra manera.

Efectivamente. Los niños son pequeños, no estúpidos.

Los niños son como cofres vacíos, depende de los mayores llenarlos y con qué llenarlos.

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Tenemos escondidos a nuestros mayores.


Esta es la historia del tiempo en que se quiso convertir a la muerte en un derecho y de repente la muerte vino como fantasma con todo su derecho. Quizás, la muerte, quiera tan solo hacernos recordar que ella siempre está ahí. No nos olvida, ni mucho menos.

La muerte ha sido testigo de todos siempre. Siempre ha estado ahí, siempre está ahí, no hace falta llamarla.
¿Quieren que desaparezca?
Pues al menos no la llamen.

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Los Estados disponen de medios sin precedentes para controlar a la población y estos medios son eficaces. 

Esclavos de sus caprichos, de su ignorancia, de sus mentiras, de su hipocresía, de la desmedida avaricia, de su gula y de su todo pecado.
Esclavos de todas sus armas. Sus malas armas.

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Hay mucho recelo y desconfianza entre países.

Entre países y entre vecinos. Entre hermanos y continentes. Entre sexos y razas. Entre los humanos.
Por las mentiras y el engaño. Pecado y falta enorme donde las haya.

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El dinero es volátil.


Y una de esas, las mayores mentiras y engaños.

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Como sucedió con la crisis anterior, esta tendrá perdedores y ganadores. 


¿Quienes serán esta vez?
¿Los de siempre?

¿En manos de quien está eso?

En nuestras manos está.

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Algunos políticos son muy miserables y mezquinos,


Algunos humanos permitimos que otros lo sean y además tengan el poder para ejercer su mezquindad.

Por cobardes, por negligentes, por perezosos, por nuestra propia mezquindad.

Por incrédulos.
Por no creer.
Por no ser capaces de vernos.
Por seguir como ciegos.
Por no decir la verdad.

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¿Sobrepasé las 300 palabras? ¿Otra vez, otra vez?
¿Otra vez todo? 
Les diré que enmudezco cientos.




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Y volví a advertir.

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Aquí: https://www.otraspoliticas.com/politica/pandemia/

(29-03-2020)



¡Que el planeta no debe estar así!
Que debe estar asá y además lo saben.
Todos los que lo han visto lo saben.

No hay heterodoxia, ni herejía, ni cisma, ni dogma que doblegue a la Verdad.
A la verdad se le detecta por su pureza, por su crudeza, por su ímpetu y su sí, es así. Por su ten, ten la verdad.
Todo lo demás es menor y superfluo y tablillas de sustento para encorsetar.

Si me permiten.
¿Cómo se pretende salir de esta?
¿Volviendo a lo anterior?
¿Volviendo a la anterior mierda?
Lo pueden ver en las imágenes de satélite, las imágenes para poder ver el asunto o qué es lo que está pasando con perspectiva suficiente.
La polución y la mierda sobre nuestras cabezas, las de nuestros hijos o nuestros padres. 

Poder ver cómo se va o cómo vuelve toda la mierda.

¿Volver a lo de antes?
¿Volver a la mierda de antes?

Me rompí los cuernos y he tirado mi vida cuando todo esto que está pasando ya pasó de alguna otra forma. Con los sentimientos y la forma de comportarse de las personas.
Con su forma de actuar y sus tejemanejes y conspiraciones. Con sus mentiras y valoraciones. Con sus juicios.
Luché y busqué y me negué en redondo desde la primera pregunta a pensar que Dios no era.
Pasé por loco y algunos quizás todavía lo creen.

Cómo me apena esta humanidad inhumana. Toda esta mierda que se derrama.
Cómo me apena la incredulidad. El vivir en la llaga y no verla ni notarla.

Giren el planeta, hombre! Tengan valor de gritarlo a los cuatro vientos.
Denle el valor a las piedras según sean. Casi todas parecen iguales. ¿No lo ven?
Algunas son mas pequeñas, otras más grandes, pero apenas hay diferencia. Poca diferencia hay entre las piedras de una gran pirámide.

Mañana voy a la guerra. No me involucro en ella directamente, pero estoy allí como un reportero entre las trincheras. Fugaz. Tomando apuntes mentales de lo que ocurre. Del rostro de los que lo viven en primera linea de fuego.

En esa guerra nadie lleva chalecos antibalas, ni ropa de camuflaje, por el contrario se les ve a una hora lejos con sus trajes. Nadie lleva visión de infrarrojos, ni casco, ni fuertes y resistentes guantes o botas. No hay metralletas, ni balas.

En esa guerra a la que voy solo veo bolsas de basura como trajes y una especie de fibra parecida al papel, pero mucho más fina en el mejor de los casos.
Las botas son también bolsas de plástico, y los guantes tan ligeros que permiten la sensibilidad de las manos.
¿Armamento? Valor y mucho cariño al prójimo. Mucha valentía y desinterés por lo material. Mucho corazón valioso.

No hay presupuesto para más. No llega. No se hace ni se piensa.
¿En qué se piensa? ¿En qué están pensando?

Vergonzoso.

¡Giren el planeta, hombre! Tengan valor de gritarlo a los cuatro vientos.

¿La misma base?
¡No, por Dios!
¡La verdadera!
La que pueda hacer todo cada vez mejor.

Así evitaremos el tener que pedir perdón a nuestros hijos, por toda esta mierda.


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Y enloquecí o lo parecí diciendo al contestar:


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(03-04-2020)



Oiga, con todo mi agradecimiento, ¿usted cree que todo esto ....//

//... 


...¿Se cree que no lo sé?

¿Se cree que desconozco, es decir, que no las conozco porque las desconozco, pues "el hombre propone pero Dios dispone", pero que conozco o para mejor decir intuyo o supongo sobre las consecuencias o tempestades o siembras de lo que todo esto trae?

¿Que no lo pienso o lo he pensado o no he sido consciente o intento ser inconsciente de todo lo que supone todo esto que acontece?

¿Cree que todo este lío y tejemaneje del que hablo o todo lo que tecleo y destecleo no está, o intenta estar en consonancia con el peso y las consecuencias o causalidades y causales casualidades poéticas que se desprenden o se intuyen al posible resultado de las acciones y gestos y no gestos de todos nosotros? ¿Del toma y daca? ¿Del diálogo?

¿Del escalofriante temor que me recorre por el cuerpo cuando paro o sigo o dejo o escucho o hago oídos sordos y me pitan los oídos y los sentidos al ver salir y ponerserse, y descubrirlo y poner-ser-se y ponerse el Sol día tras día?

¿Se cree que la cosa esta que sobre los hombros llevo deja de computar posibilidades?
¿Del esfuerzo y cansancio que supone el vivir día tras día con ese "run run" ocupando las tareas mas peregrinas o banales que pueda imaginar?
¿La mezcla de todo ello?
¿El encontrar un pelo?

¿Su causa?¿Su casualidad?
¿La locura que supone?

¿La imagen, el concepto, el futuro imperfecto o el perfecto, el presente, el ausente, el pasado que es y el que se esconde?

Lo inacabado y lo venidero, lo finito e infinito.

Algunos hicieron desaparecer lo que era. Arrebataron el roce y la confianza y lo convirtieron todo en tapada mentira y engaño. En conspiración.


Y ya ve lo que trae todo eso. Cómo se intenta balancear todo eso. 

Cómo en lugar de lo sencillo y directo estamos en este nudo que se deshilacha por el tiempo.


¿Qué dejar? ¿Qué dejaremos a nuestros hijos?

¿Qué dejarles?


¿Qué verdad dejarles si no la más pura de las verdades?
La que les abrace y no les suelte jamás.

De la inmensa belleza que desprende todo ello.
No puede imaginar lo que hay ahí.


Un día me senté en el campo.
Durante unos instantes se me dejó ver la Armonía del volar y moverse y de sus colores y sonidos que todo aquello, pequeño retal, tenía en verdad.
De la maravillosa obra del Ser y Hacer y Estar.
Prendado de la fugaz belleza del instante de un Ver.


Con todo el intento de mi posible sinceridad. Palabras escoltadas por lágrimas. Aguas de lo redondo. De las de arriba, no las de abajo.



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Discúlpeme ----, y gracias de nuevo por su reconocimiento.
Hay partes de todo esto que ocurre que son un verdadero espanto.



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(04-04-2020)(Creo)


Espanto como poco.
Tengan. Tengan sus muertos diarios.

Fíjense como ejemplo que al ataque de un virus a nuestras células algunos compraban pistolas.


¿Pero podía ser todo esto posible sin entrar en locura?

¿Cómo no pensar que estábamos completamente locos si veías a humanos como tu mismo comprando armas por o para o contra o en respuesta a un virus?
La excusa era una cadena de consecuencias.
La verdad era que la mente de algunos estaba completamente infectada por el mal, por la mentira.
Por el engaño de la cobardía.



Solo Noé sería capaz de entender a aquellos, pensé.
Hasta a aquel deberían remontarse para pedirle perdón.


Pero lejos distaba el uno de los otros.
Uno quería salvar y los otros querían seguir matando.
Mato para salvarme. Fíjense.

Se había extendido y normalizado tanto el hecho de matar a alguien que podías matar para salvarte.


¿Qué salvación es esa?

¿Qué salvarás?

Lo único que salvarás es la maldad en sí misma.
El derecho a la maldad es lo que se salva.
El derecho a matar salvaba la locura del hombre promovida por la mentira del dinero y el engaño.


Un espanto.




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(05-04-2020)


Otras cosas sucedieron. Siempre suceden cosas en este moverse del entero planeta.

Durante todo esto narrado me llegó un correo electrónico que no vi en el durante y vi en el después.


Resultó que como siempre y para mayor Gloria de Aquel que rige sobre todas las cosas, unas cosas no salieron como deberían haber estado previstas y salieron de forma distinta. Y un mensaje tuvo destino distinto al deseado o así resultó o pareció.

Al notar sobre esto escribí internamente a donde tales publicaciones aparecían haciendo constatar tal hecho. Pero el mensaje fue confuso o confundido durante un tiempo y tampoco obtuvo el resultado esperado y de mi mente desapareció y en ella permanece como solo un recuerdo sin tener constancia de ello.

¡Menudo galimatías!- pensarán.
¡Que lo compre quien lo entienda!- dirán.


Yo lo compro, yo lo entiendo, yo lo hago y lo dispongo en esta tienda.

Y pongo y quito y quito y pongo.

En esta tienda nada se compra. Pongo.

Y quito. Y quito y pongo.

Y entre canciones y dicharaches, o mejor dicho dicharachos, seguía escribiendo.


Que escribí algo que ya no tengo y que solo recuerdo y fui contestado y contesté así:


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Hola ---. Recién veo su correo ahora.

Veo que me expliqué mal, me suele ocurrir más a menudo de lo que desearía por lo que veo.

Le escribí diciendo de no publicar el mensaje haciendo referencia a ese mismo pequeño mensaje sobre si mi respuesta a --- aparecía como respuesta a ella o como un comentario general del artículo.
No sé si consigo explicarme.


De todas formas agradezco mucho que me escriba al respecto.
No se puede hacer a la idea la cantidad de cosas que no les escribo y cuantas cosas me gustaría comentar o añadir y el deseo que tengo de que hubiera mucha más agilidad entre mensajes y opiniones.
Todos estos pensamientos sobre todo lo que ocurre.

Ahora y antes.

La suma de todo ello.

No se imagina el peso del silencio.

Convertido en una especie de anacoreta desde hace ya muchos años. Huyendo de todo este mal e hipocresía.

Con todo mi agradecimiento,

Patricio.



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Y volví a escribir a su respuesta:

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Gracias, igualmente.


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Y así quedó todo aquello.


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Mas que la noche fue larga y desvelada pues en la noche apenas hubo sueño ni descanso en el día que precede a este.

Poco sueño y poco dormir. Mucho pensar en todos estos días.
Y entre los desvelos me dio por pensar en otras cosas y otras cosas se amontonaban en el altillo. Otra vez.

Los altillos habían formado parte de mis salas de trabajo o pensamiento o descanso y desvelo.
Siempre que encontraba tal lugar, acababa construyendo tal sitio.
Tres llevaba hechos ya que ahora recuerde. -A unos cuantos más les puse luz y pinté.-(06-04-2020)

Tres altillos para almacenar no sé muy bien qué. Siempre tenía la necesidad de hacerlos, de llenarlos.
De convivir con ellos.
Con todas esas cosas en los altillos.

Parecían unas, pero quizá fueran otras.

Recuerdos y vida. Hechos cerca de los techos. Repletos todos de hechos y cosas.
Vacíos. Pendientes los estantes. Estantes que pendían pendientes. Colgantes.
Encima. Sobre. Durante.
Al lado o detrás.

Estos días pensaba sobre ellos bajo el último de ellos. Delante de él.
Por debajo de él.


Allí.


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Y antes que esto, en el día de hoy, escribí de nuevo a aquellos allí, otra vez.
Sobre otras cosas que eran parecidas.

Y allí puse en referencia a https://www.otraspoliticas.com/politica/coronavirus-se-podia-haber-evitado/



Y otra pregunta mucho más preocupante, ¿En realidad se quiere o quería evitar?

Hace referencia en el artículo a una película que cuenta con muchas similaridades a lo que actualmente ocurre, pero lo grave no es solo esa película, si no la abultadísima cultura existente sobre distopías de todo tipo a la que los humanos se han entregado.

Toda una extensa cultura sobre futuros catastróficos son imaginados, creados y popularizados por todo el globo terráqueo como si fuera el único y posible destino de la humanidad.

Películas, libros, y ahora videojuegos en los que se participa de forma inmersiva. Todos ellos hechos, pensados y popularizados como el único futuro posible.

Incluso se escucha a esos, denominados líderes, hablar sobre las distopías y popularizarlas en su lenguaje por si a alguien se le hubiera pasado por alto el término.
Ayer, sin ir más lejos, lo escuché.

¿Dónde están todas las utopías primeras a las posibles distopías?
¿Quién se ocupa de ellas?
¿Quién las proyecta o populariza o se empeña en ponerlas en práctica?
¿Quién futuriza sobre lo perfecto e idóneo?
¿Donde están las ideas de lo bueno?¿Lo mejor?
¿Lo perfecto?

¿Por qué no se enseña a nuestros hijos a pensar sobre ellas? ¿A crearlas y llevarlas a cabo?
¿A imaginarlas para así poder hacerlas?
Las utopías, digo. La imaginación del buen futuro.

Por el contrario, todos los pequeños ejemplos de estas posibles utopías son un mero decorado de algunas historias distópicas, simplemente y en el mejor de los casos pues, además, las utopías son tratadas como elementos indeseables futuros de gentes como robotizadas y/o con seres carentes de individualidad e ilusión. Como aburridos todos ellos.

Nunca estos son proyectos pensados para ser realizados por y para la entera humanidad como resultado o proyección futura del ser humano en su mejor versión.

Nunca se alcanza la felicidad o se proyecta o se imagina.
De nuevo se le arrebata a la infancia y al futuro el popular "fueron felices y comieron perdices" final de los cuentos.

Entonces, volviendo a la pregunta de su artículo de si se podría haber evitado.

En mi modo de ver las cosas si en lugar de imaginar, crear y popularizar toda serie de distopías se inculcara la necesidad de crear utopías cada vez mejores, la respuesta sería que sí, sí se podría haber evitado.


En verdad esa es la tendencia humana, pero males tales como la avaricia o el pesimismo lo impiden.


¿Dónde están las utopías de nuestra imaginación?
¿Dónde están esas utopías que hacen al mundo entero mejor?


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Y en estas que en esto se publicó y recibí respuesta.

Y como la noche que no sirvió para dormir si no para pensar me trajo otras cosas, intente o comencé a intentar en el cómo, que ya venía pensando durante lo que llevaba el día, podía comprimir lo que se agolpaba en el altillo de los altillos. El altillo más grandemente creado.




Y respondí a la invitación. (Por lo que estoy viendo no como pretendía, si no de forma diferente)


Para: https://www.otraspoliticas.com/politica/coronavirus-se-podia-haber-evitado/





Mire. Pasé mala noche pues no sirvió para dormir y sí para pensar. Cosa que suele ocurrir cuando tales circunstancias se juntan.

Imagine que durante el desvelo se le ocurre una forma para poder salvar vidas. Imagine que sabe y es consciente de que tal forma es una idea en bruto y tiene montones de defectos y necesita ser pulida y que, además, para llevarla a cabo no solo su idea es suficiente si no que necesita la colaboración de más gente con más ideas y conocimientos.

Tu, como concebidor de tal idea en los desvelos de esta pasada noche, decides darla simplemente o proponerla para que otros, con esa semilla comiencen a pensar en ella y así poderla realizar de algún u otro modo. Para poder salvar vidas. ¿Una?¿Dos?¿Cientos?

¿Cree que en alguno de estos pasos alguien intentará decir o pensar algo como: "de aquí podríamos sacar dinero"?

¿Dónde queda entonces esa idea? La idea de salvar vidas, digo.
En una especie de negocio, por suavizarlo de algún modo.

Una especie de negocio en el que a poco se piense en él será origen de rencillas, envidias, avaricias y sucias competiciones en donde al final lo menos importante o no lo máximo de todo ello será el salvar vidas.
Patentes, conversaciones, terceros en competencia, salarios injustos o mal pagados, precios, tasas, impuestos...

Un yo qué sé de impedimentos y trabas.
Impedimentos y trabas a la idea de salvar vidas.
Ponga como ejemplo la bombilla.
Ponga como ejemplo la vacuna.

¿Quién gozará de ella?
¿A qué precio?
¿Podrán todos pagarla?
¿Tendrán que hacerlo?
Aquí quizás no pero, ¿Y allí?


Imagine de nuevo, que yo durante esta noche tuve una idea para salvar vidas. En verdad la tuve. Quizás ridícula pero la tuve.

Imagine que la proyecto como buenamente puedo, la expongo y la lanzo al mundo.
O quizás, mejor, a un lugar creado para tales efectos. Algo así como un registro de ideas para el bien común.

Allí habría gente en un primer filtro que adecuaría y canalizaría las ideas por sus características. Gente que por ejemplo, en lugar de estar llamando a horas intempestivas a otras personas para venderles no se sabe qué, estarían ocupadas en tales cosas. O gentes sin mucho que hacer o poco que saber hacer. O gente voluntaria. O qué sé yo.
¡Todos ellos útiles!
¡Con un nuevo trabajo!¡Útil para la sociedad!

Serían filtros de tales propuestas, que pasarían a departamentos con personas dedicadas a analizar la viabilidad de los proyectos y su repercusión.
Más gente útil.

Finalmente los proyectos pulidos y estudiados se podrían llevar a cabo y serían creados experimentalmente mejorándolos a cada paso.
Todo un acúmulo de personas trabajando ya en un bien futuro y común.
Para todos o unos pocos según sea el caso.

Su puesta en práctica beneficiaría finalmente a la totalidad o parcialidad de la población haciendo que todo funcionara mejor.


¿Utopía?

¿Dónde aparecería la distopía?
Seguro que en el infravalorar la idea, el esfuerzo y/o trabajo de cualquiera de las partes.






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¿La idea?


La idea es una idea que debería ser implementada obligatoriamente o de forma natural en helicópteros y aviones. De hecho ya debería ser así.
Solo pensar que no es así produce escalofríos.

Un sistema de salvaguarda para el fallo en el vuelo de los aviones o helicópteros.

Un sistema que hiciera que la nave en cuestión pudiera planear y descender de forma lenta para aterrizar sin mayores percances para sus ocupantes.


En el caso de los helicópteros sería algo así como la inmediata activación de una vela o superficie que cubriría el espacio entre aspas de los helicópteros con dos efectos.
El primero sería hacer disminuir  notablemente la velocidad de descenso y el segundo desactivar el efecto de succión de la columna de aire emergente necesaria para la sustentación del aparato en condiciones normales de vuelo.

Esto obligaría a rediseñar las aspas y el sistema rotor de los aparatos pero serviría para que una vez activado se pudiera desplegar si fuera el caso o necesidad un gran paracaídas desde la parte central del rotor del aparato sin sufrir ya el efecto de succión de las aspas del rotor.


Para los aviones, sería igualmente necesario integrar un sistema de despliegue multitudinario y amplio de zonas de sustentación (alas-vela) para convertir la falta de impulso en fuerza de sustentación necesaria.


Ambas ideas obligan al rediseño parcial o completo de los aparatos en cuestión.
¿Salvaría vidas?
Estoy seguro de que sí.
¿Se quiere hacer?

¿O es que cuesta trabajo el hacerlo?


O muchísimo peor.

¿Es que acoso se piensa en un beneficio económico sobre ello?





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06-04-2020






Pasé otra noche con desvelos. Ya menos. El cansancio y la falta de sueño acumulado me permitió alguna hora de descanso.
Aún así, notaba la falta de energía por el poco reposar.


Durante estos días pensé en aquello que quedó sin publicar hace tiempo. Durante estos días pensé en aquel artículo. Yo también. Claro que pensé en el quién manda.
No fui el único.

A modo de invitación volvía a la primera linea aquel artículo sobre quién manda en el mundo.


Al fin y al cabo, ¿por qué no iban a pensar otros en aquello que ahora volvía a estar en auge dadas las actuales circunstancias?

Publíquelo, pensaba yo en mis adentros. Claro que sí. Publíquelo.


El mundo se había como parado a nivel humano.
Me dio por pensar hace un rato que todo esto visto a nivel planetario podía ser como algo realmente extraño. Casual o causal.

En verdad penselo ya ayer o antes de ayer o antes de antes de ayer o yo que sé cuando.


Aquella imagen de la evolución del entero planeta donde la vida humana apenas era un suspiro de todo ello.

¿Qué era entonces o qué suponía este confinamiento?

Imaginen hace poco todo el auge industrial, todo el auge y aumento de la población, el derretimiento de los polos, el todo moverse de todas las personas en viajes de todo tipo por el mundo. La agitación humana, la creación de aparatos de televisión y comunicación. Las vídeo conferencias. La posibilidad de comunicación al alcance de la mano. Mirando la mano como en una metáfora inmensa sobre el ¿qué hemos hecho con estas manos, las nuestras? 

¡Las de todos!

Todo este parón repentino. El empecinamiento sanitario de estos días. Los servicios mínimos.
Aquellos que siempre habían trabajado desde el principio de la civilización seguían trabajando.
Cosechando campos, recogiendo frutos. Distribuyendo comida.


Todo aquello, fuera de la consciencia humana y visto por un pájaro, por un ser de esos que solo eran como testigos vivientes de lo que ocurría y nosotros hacíamos.

¿Cómo se vería?

¿A o de qué momento aquellos ciervos o corzos que se asomaban a las ciudades estaban siendo testigos?


¿A qué nueva parte del hacer humano se acercaban?


¿Acaso no pensarían si pudieran o hiciesen un qué ocurre?
¿Qué hacen?
¿Qué van a hacer ahora?
¿Qué harán ahora estos humanos que de repente todos a una se sientan y como que se esconden y permanecen todos atentos a esos puntos de luz y comunicación que han fabricado?
¿Qué se dicen?
¿De que están pendientes?
¿En qué momento histórico estamos después de que hace nada los árboles fueran testigos de todas esas guerras y bombas?


¿Acaso no parece todo ello visto a nivel astronómico como si un gran juez hubiera cogido su gran maza y hubiera golpeado con toda su saña la mesa para hacer callar al mundo entero?

¡Pom. pom. pom, silencio en la sala!


Y en ese momento, mientras todos intentaban recuperar sus sillas y puestos, mientras se intentaba que todo aquello recobrase un mínimo o un máximo de silencio y cordura perdida de toda la algarabía creada, no solo los seres humanos sino todos los seres vivos del entero planeta estuvieran como a la expectativa de lo que surgiera de allí.

En ese silencio. En ese hipo mundial.



¿Qué se dirá?¿Quién hablará?
Entre los susurros de la sala.




Qué todo este momento.

Menudo todo este entero momento.


Y nosotros allí. Mirando.


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Y lo envié allí (https://www.otraspoliticas.com/politica/coronavirus-se-podia-haber-evitado/) con el encabezamiento:



Es que no puedo evitarlo. Mire o miren por favor esta otra visión de todo esto.
Sobre todo esto que ocurre.



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¿Lo podría haber evitado?
Enviarlo sí que podría haberlo hecho. Evitarlo.


Pero, igualmente habría llegado.





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Y ese mismo día, hoy 06-04-2020, abrí una cuarta vía creo.

Envié aquel vídeo sobre la correcta posición del planeta y su por qué a alguien más.
A otra rama de todo este árbol.


A ver que pasaba.

Llevaba años aquello allí en el altillo. Esperando.


Le dije. Es tu hora.


Y lo envié.



Decía así:


Hola.
No se me escapa la posibilidad de que ya haya oído hablar sobre esto.
De que ya lo conozca en su totalidad o parcialmente.
De que haya oído sobre ello por terceros o investigado en primera persona.

No se me escapa el "nosotros", ni la "fe y la ciencia", ni la reciente invitación a recibir vídeos.
No se me escapan las transiciones temporales en su forma de ver las cosas durante estos últimos años sobre todo lo que a nuestro alrededor ocurre.
No se me escapa el engaño, el fraude y/o el silencio.
Cuidado. No quiero eso.

También le digo cuidado, pues si de entre los anteriores casos no es su caso, prepárese para viajar o para que le estalle completamente el cerebro.
Prepárese al zarandeo y la posibilidad. Estudie el entorno si es necesario. Sopéselo y valórelo.
Investíguelo.

Usted puede suponer el cuarto pilar o el primero que es último. Según sea.

Déjese llevar y abra su mente a la posibilidad y a los hechos. A la verdad.

Cuidado. Contenido extremadamente sensible.


https://youtu.be/ytq1ynHawzQ

Cuidado.

No dude en contactar o preguntar. Gracias

Un saludo.



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Y con tan enigmático mensaje me dispuse a esperar.


Un segundo me parecía un año.




Así publico esta burbuja a día de hoy. A la espera de lo que pueda pasar o surja.



A la espera de futuros acontecimientos o decepciones o no se yo qué pasará.


Me olvidaba.


Allí quedó entremedias la entrada de los mierdas.