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martes, 29 de abril de 2014

La nave Ipso Facto.





La nave Ipso Facto






La nave Ipso Facto es una nave singular. Es una nave capaz de viajar grandes distancias a través del espacio de forma casi inmediata.

La nave Ipso Facto no es algo baladí.  La nave Ipso Facto representa, sin ninguna duda, la forma en la que se debe viajar por el espacio.

La nave Ipso Facto es un concepto sencillo. Consiste en una jaula Faraday no rígida mas un sistema de modulación magnética a semejanza del campo magnético terrestre. Estos dos  básicos sistemas integrados más la posición de lanzamiento, hacen de la nave Ipso Facto una nave de transporte casi inmediato. 

La teoría es la siguiente. 

Los viajes espaciales no deben ser simplemente viajes rectilíneos en el espacio puesto que el espacio es curvo. ¿Cómo es esto posible? Porque los campos magnéticos generados por los cuerpos celestes hacen que así sea. Los viajes interplanetarios en linea recta vienen sencillamente a ser como ir buceando entre ondas. Viajar entre las ondas sería como navegar y en la onda central sería como volar. Siendo previsible que esta onda central tenga un carácter único y singular.



Por este simple principio se establece que la forma idónea de viajar es unirse a un haz magnético después de haberse aislado electromagnéticamente de todo. El campo generado por el movimiento magnético simulando el diseño electromagnético del planeta en forma inversa y amoldada a la frecuencia del conducto magnético elegido, surgiente y generado por el campo magnético terrestre actuaria como cremallera en un viaje de caracteristicas casi inmediatas pues sumaránse en lo aislado magnéticamente ambas velocidades generadas por los campos magneticos terrestre y de la nave en suma de velocidades de propagación. De esta forma, primero debería igualarse el sentido y frecuencia de la onda elegida para ir reduciendo la velocidad de propagacion de la onda generada en la nave para más tarde cambiar de sentido. Una vez la nave se alejase de  la principal corona magnética terrestre, la velocidad se vería incrementada progresivamente.

Esquema de cómo trabajarían estas ondas.




Hete aquí una imagen que señala la forma en el que la nave ascendería de forma idónea sujeta de forma electromagnética e inversa al haz elegido.




El hecho de la existencia de un punto de equilibrio central indica la posibilidad de un haz u onda también central y equilibrante de carácter único y singular.  Este haz viene marcado indefectiblemente por el ángulo de inclinación terrestre en cada exacto momento de su existencia y rotar y trasladarse por el espacio, pues indubitablemente su posición exacta viene marcada por todo el equilibrio reinante y necesario para que los planetas se mueven como lo hacen y no de ninguna otra forma. 




Es así como se alcanza volar por el espacio de forma casi inmediata con una nave Ipso Facto.

Por el ojo de la cerradura.






Ordenando todo esto un poco. Guía para perdidos.




¿Andas perdido?





Una imagen en rosas y rojos invade la pantalla. Sólo unas sombras permiten vislumbrar lo que parece una forma o silueta. El cerebro trata de acomodarla en su experiencia visual.



Y aparece el personaje.


Habla sobre la protagonista.


De sus cualidades. 


Y posibilidades.


La menbrana rosa y rojo comienza a cambiar de forma. Empujada, palpitada desde su interior. 


La silueta se va detallando


La elección está hecha.


Y después de unos momentos de presiones y elasticidades rotas, aparece la protagonista.



 Aquí se habla de la gota. Azul.


Del P.W.O.




Y de todo lo que ella conlleva.


Las sutilezas del entorno y el traje se acompañan, se complementan, se unen y se entremezclan.


Obligando al personaje a seguir un único camino. Marcado. 


Que parece que le guía y le lleva a ninguna parte.

 

No importa lo que haga la protagonista. Tanto si intenta escapar o huir.


Será atrapada.


Observada y atenazada.


Si permanece inmóvil.


Otros peligros y enigmas aparecerán ante ella.


Cambiaran y se transformarán.


Mutarán.


Se crearán.


Todos sus miedos ante ella.


Hasta caer rendida.


Y tener que huir de la propia luz.


Hacia las sombras.


Dándose cuenta que ahora cada movimiento supone un reto en si mismo.
Dándose cuenta que no repta si no que escala. Tan mayúsculo es el esfuerzo.


Andar hacia las sombras. Hacia todos los profundos miedos.
Hasta llegar a ver la luz en las sombras.


Y en un escalar, reptar, trepar y subir y esforzarse.


 Y conseguir atravesar esa barrera.


Hasta llegar a un desierto rosa o rojo blando. 
Más allá de las luces y las sombras.

Y allí. Ante la nada. De nuevo.


Hasta que aparece y cae la gota.





Y se transforma.




Creando el portal. 


El portal de las puertas.


Y de las grandes palabras.
Las grandes palabras de los grandes conceptos.


Y de las posibilidades.


De los detalles con caminos en los caminos. Con otras puertas a otros lugares.


Y de los personajes.


Si consigues entrar en un portal.


Entras en un mundo de enigmas.


De preguntas. De decisiones. 


 De retos.


De búsqueda y encuentro. De noche y día.
O de respuestas.


Si entras en otro portal.


Accedes a una suerte de especie de mundo futurista.


Con el P.W.O. acomodándose a toda situación. En todo momento.
Transformándose.


Con percepciones y situaciones.


En las que el entorno se transforma.


Y el traje se transforma con el entorno.


Donde accedes a utensilios que son capaces de conectarte con situaciones novedosas. 


Donde investigas, te cambias y transformas.
  

Y miras y observas.





Donde viajas o te mueves.






Aprendes.



Estando en situaciones.






Y viendo cosas.


Vas creando y deduciendo.







Si entras en otro portal.


Accedes a conocimientos y experiencias y retos todavía mayores.


Más extraños.


Si cabe.




Y sorprendentes.


Donde eres testigo de enigmáticos acontecimientos. 









Y de nuevo se aprenden más cosas. Viajando entre los portales.
Construyendo vehículos.


  Construyendo una nave.


La nave Ipso Facto.


Con otros diseños y posibilidades.


Avanzando.

...


¿Cómo seguirá todo esto?






Recuerda que apostaste todo al as de corazones.