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domingo, 15 de junio de 2014

El mapa del mundo según el color de la piel humana.



Para un nimio descanso mental, he decidido poner color y forma a la idea de poder ver el mapa según estos criterios. Los humanos en el mundo por su color de piel.





Y cómo ésto ha evolucionado en los últimos 500 años más o menos.




Además, quería ver todo esto con el mapa mejor colocado. O si se quiere ver así, desde el otro lado de la mesa. En verdad parece que desde aquí las cosas tienen otro sentido. No sé si mejor, peor, más sencillo o más complicado. Quizás más verdadero. Y eso, parece importante.

De toda esa parte de arriba del mapa surgen energías que si introducen por la parte de abajo del mapa. Continuamente.

Hace falta tomar con un poco de calma estas imágenes. No son imágenes que se deban ver precipitadamente pues de ellas se pueden sacar conclusiones erróneas.

Parece como que los surgires están claros. Pero mirando otros mapas sobre zonas desérticas en el planeta se podría obtener la conclusión de que algunas zonas han estado mucho más expuestas que otras al sol en todo éste caminar y danzar estelar. Aún es así que en todos estos romperes y resquebrajares de aquella primitiva pángea parece haber una zona más propensa a recibir continuamente y/o en un primer momento a emanar energía. Algo así como el primer chispazo frankesteniano.

Parece como que todos allí se fueron expandiendo, junto con todas las tierras. y por estar bajo las nubes o la nube, a la sombra de aquel gigantesco chispazo, Todos los días. Olieron y comieron cosas diferentes en todos sus andares por la tierra. Todo eso les transformó, les cambió, les aclimató a las circunstancias. Entre voluntades y circunstancias todo se fué esparciendo y moviendo en ese continuo surgir de ondas.

Y que fuere como fuese las ondas se han expandido y mezclado y combinado. Y parece que como que se disuelven unos con otros. Y que se mezclan y se combinan y lo hacen por razones diversas, mas que el amor o la simple caridad parece unirles de forma más estable y placentera que cualquier otra pasión.



Y luego, por la noche, sucede esto: