La implementación de bordillos interactivos e interconectados con los semáforos podrían emitir una señal que los vehículos podrían leer gracias a sensores receptores. Con la activación de la señal deseada, cualquier vehículo que portara el sensor receptor actuaría según unas órdenes prestablecidas.
De esta forma se aumentaría la seguridad en los cruces y se activarían distintas posibilidades en el flujo de vehículos en las ciudades.
Quizás si todos los bordillos de las zonas destinadas para el tránsito fueran interactivos, la circulación sería modulada desde un centro de análisis que actuaría de acorde a las circunstancias requeridas en cada momento haciendo que el tráfico fluyera de la forma más eficiente, coordinada y armoniosa posible.
Las distintas unidades de transporte dispondrían de las necesidades de la ruta del pasajero, transmitiendo esto a la unidad central que procesaría su recorrido.
Todos los bordillos o zonas colindantes a las zonas de tránsito urbano estarían alimentadas por las propias lineas de corriente de todo el sistema urbano integrado.
Así mismo todas estas lineas de corriente podrían estar ubicadas en un sistema de túneles con aberturas a distintas zonas de la urbe. Estas zonas serían elegidas según las ubicaciones necesarias para que por ellas se establecieran las adecuadas y continuas corrientes de aire, creando zonas de aprovechamiento energético para tales corrientes.
Toda la red formaría un sistema de abastecimiento y aprovechamiento de la energía, generando corriente eléctrica gracias a las diferentes corrientes de aire que el contorno, ubicación y diseño de la urbe produjese.
