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viernes, 11 de julio de 2014

Boceto hombre 01. El hombre y su proceso en el árbol. El momento y el delfín. (Bloque 12)


Tenía allí colocado al hombre.
Con todas las señales a su lado.
No sabía si todo eso iba así colocado pero parecía ser cercano al concepto verdad.
Toda la semilla de todos los seres con sus distintos haceres, momentos, tiempos, resultados, provechos.
Todas las velocidades.
Sabía que aquello era humillante.
Desnudar al hombre. 
Hablar de la semilla y pintarlo con semejantes colores y formas.
Pero todo aquello no dejaba de ser un compendio de distintas presiones y colores sobre una superficie.
Todo aquello estaba unido con el todo.
Y en aquella locura de colores formas y símbolos seguí pintando las energías.
Y cómo suben y bajan.
Y hacen y forman y contornan.


El labio que subía. el arco que lanzaba.
La boca que soplaba. Los ojos. Los soles. Las lunas.
Las fuerzas. Las ondas. La gota disparada.
Y todo el entorno con las ondas. Con el momento.
Ya no podía dilatar más aquel momento.
Debía fraguarse como lento instante del tiempo.
La idea.
Todo aquello que sube y si no sube cae. 
Y rodea.
Circunda, inunda.
Aquella primera onda de color rosa de suave tono del principio.
Su forma. Su idea.
El concepto.
Global.
Como una nube o idea u onda.
Onda deformada.
Sombra.
Las ondas me llevaron de nuevo al triangulo y la pirámide.
Y sus brazos.
En la onda que surgía de las ondas descendentes.
La historia.
Y allí el hombre, sobre la onda.


Con esa como pequeña cabeza en sus pies.
Le puse un círculo. Como un ojo.


Y todas esas ondas subiendo y bajando.
Ascendiendo y descendiendo.
Sobre las aguas y los mares.
Fluidos blancos. Fluidos azules.
Fluidos rojos.

Los árboles y las nubes y las ondas de las olas y de los vientos estaban por todas partes.


Ola tras ola. Onda tras onda. Cual escama.
Cual concha. Cual ola.


Onda como una cola.


De todo este azul. Y gris.
Allí aquel hombre.
Al que le surgió un pene que le llegó al corazón.
Guiado por el amor.
Y del corazón una flor. Una boca.
Un árbol de vida.
Escupitajo verde de los árboles, de las plantas.
El árbol, el búho, el gato, el hombre.
Y ese pez, esa beluga, ese delfín.
A sus pies, bajo la onda de su huella.
En la huella de las ondas.


Corazón.
Ese como pez entre todos esos vapores y flujos y aguas.
Allí a los pies del hombre.
Con todas las señales del árbol.


El pez y sus aletas. 
Los salpicares del aire, de las aguas y el viento.


De aquel hombre hecho de dos mitades y una semilla que brilla.
La mente del hombre.


Su por qué.
Todo su camino y su pecado.
Salidos de un corazón que brota.

Boceto hombre 01. Las señales sobre el mapa. Había, debía, tenía, podía. (Bloque 11)




No podía más.
No tenía ningún sentido pintar a un hombre.
Existían multitud de imágenes del hombre. Sobre el hombre.
Nada aportaba más de lo sabido.
Había que seguir buscando.
Y buscar aún a costa del absurdo.
Había. Debía. Tenía. 
Podía colocar las imágenes obtenidas de los flujos energéticos sobre sus partes.
Sus zonas. Sus lugares.
Para ver el resultado.
Todas las señales obtenidas sobre el mapa.
Allí expuestas.
Sobre el mapa.


A ver. 
Las energías que fluyen.
El sentido de esas energías en toda esta escalera.
Con ese pecho duro cual tronco.
Con dos huesos retorcidos. Como dos ramas.
Dos cejas. Dos grandes cejas.
Sobre los ojos del pecho.
Del que salen dos músculos con un tramo de escalera.
Marcaré las distintas zonas con colores intentando aproximarse al concepto de las fuerzas que rigen esos mecanismos.
Rosas y rojos parecen adecuados para simbolizar las pasiones que acompañan a esas energías.
Energías en zonas blandas.
Energías en zonas duras.
Energías rápidas. Energías lentas.


No puedo pintar con las señales.
Las pondré al lado.
Allí brotaba la savia. Por el árbol.
Por el tronco del árbol.


Las proporciones no encajan.
A ver.


Así.
Energía común como base.
Energía masculina, energía femenina.
Energía común.
Energía masculina, energía femenina.
Energía común.


Allí el sol y la luna alrededor del tronco y de sus ramas.
De todo ese ser mapa.


De todo ese formar una onda. 
Sobre todas las señales del camino.
La energía rosa del amor que daba vida.
La energía sobre las señales del camino.


La vida lanzaba energías ascendentes que formaban vida sujetas a la atracción del amor.
Fluidos surgientes. Acuosos.


Energías palos y señales en el camino.


Formas. Capa de colores. Energías.
Formas materiales. Circunstancias.


En las señales de los soplares e insuflar vida.





jueves, 10 de julio de 2014

Boceto hombre 01. Comenzar de nuevo. (Bloque10)



Decidí volver al color de la tierra tenue y suave.
Centrarme en esa realidad al menos.
Partir de algo lo más real posible.
Aquel boceto.
Venga.
Otra vez.


Pensé de nuevo en las formas y en hacer sencillos diseños con su forma.
Quizás saliese algún diseño.
Parece como que las formas tiran así.
Las fuerzas.


Otra vez. 
Atrapado en esa forma.


En la luz y el contraste.


Pensé en volver al azul de la forma más natural.
Como las otras veces me refiero.
Pintándolo.
Al menos podía salir un personaje interesante de ver, pensé.


Pero no pude dejar de pensar en el corazón allí debajo.
Escupiendo sangre todo el rato.
Soplando. Como respirando sangre.
No podía dejar de pensar en la planta.
Y en la semilla.
Y en el árbol.
Y en el respirar entre como dos ojos.
Entre dos ojos de un gato enfurruñado.
Tapelo. Cubrilo. Suavicelo.


Entre dos soles de luz.
Visibles a la luz dos sombras.


Surgidas de la semilla.


De una semilla que bascula según las circunstancias.
Entre esos palos.


Semilla de vida. 
De cruce y de remolino y de viento.
Entre dos soles. 
Entre dos luces y sombras.


En la boca de los labios del comer y del tiempo.
Símbolo de toda semilla.

Todo eso allí sobre el hombre.

Boceto hombre 01. Elucubrando y volviendo a la realidad. (Bloque 09)



De nuevo con el ser azul, pensaba.
¿Acaso era éste su escondite secreto?
¿De aquel "Sosiego"?
¿De aquel "La esencia de la rosa?
En el soplar de aires e insuflar vida.
Desde la semilla.
Allí está la boca. El labio. 
El arco y la flecha.
Apuntando a las narices.
A la semilla con forma de huevo.


Volveré a la carne. Al color carne.
Sobre los párpados de los ojos del pecho de las verdades.


Buscando en la onda.
Sobre la onda.
El hombre sobre las ondas.
En su caminar por esta vida.


De un sol que pasa y se va.


Dejando huella.


Debo seguir sobre el hombre.
Sobre lo más real que pueda ser en esta absurda realidad.
Con toda la memoria presente y ausente.
De todos los actos de ese caminar y rotar continuo.
Dos sombras sobre su pecho y en su labio.
Cual arco y punto.


En ese respirar de los pulmones.
De las hojas de la planta.



De los colores y las circunstancias.
Rebotando sobre las formas.


De ese enorme boletus con forma de onda por el que discurre como savia de vida.
Que surge y brota en la planta.
Sobre sus hojas.


Así en verdad era el hombre en su desnudez.
En su ego.
En su esconderse y taparse y cubrirse.
Allí, en ese hombre desnudo se veía verdad.
Alguna verdad escondía todo aquello.
Todo eso que surge por determinadas circunstancias, en circunstancias determinadas produciendo situaciones determinadas.
Entre los músculos. Entre las formas y los huesos los distintos sentidos de las circunstancias determinaban el resultado.
Todos aquellos caminos dentro del mismo camino eran parte de la misma realidad. 
Puntos y señales en el camino.
Sobre el camino.


Volví al hombre.
Como concepto.
Alejado de aquel camino.
En estos andares entre el viento.
Con mas todo eso.

Boceto hombre 01. Buscando en el haciendo. (Bloque 08)


Aquí estoy todavía.
Intentando ajustarme el cinturón.
Fascinado por la planta y la semilla y el ombligo.
Y la vida.


Intentando no perder el concepto de realidad real. 


Seguiré formando al hombre. 


Pero no quiero perder ese concepto.


Ese ego. Ese corazón. Esa flor. Esos labios. Ese soplar hacia arriba.
Y las formas que acompañan al remolino de viento.


Sobre el remolino de viento.


La historia de dos ojos.
En el remolino de viento.


Desde la semilla se extendían las huellas.


Tenía que probar otras cosas.
Volver a mirar.


Ver allí entonces otras formas.
Otras plantas. 
Necesité combinar realidad y fantasía. 
Variar los colores de un estado a otro.
Superponer realidades.
Buscar sobre el mapa. 
Mirar allí en las sombras.
En las formas. En los huesos.
El ojo y la pestaña.


De esa primera onda.