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viernes, 1 de marzo de 2013

Casas contenedor plegables. Haití. La crisis global y la Conciencia Global.

Perdonen que les diga, pero este planeta es una vergüenza.

Según leo hoy aquí, todavía estamos así.




Existen multitud de opciones paras las casas contenedor. Yo simplemente propongo otra idea.






El dinero de las ayudas a países que sufren desastres naturales o problemas humanitarios de toda índole podría hacerse palpable y de inmediato. Los países ricos y no afectados podrían destinar el dinero de ciertas ayudas que nunca llegan a su destino a la creación de este tipo de viviendas o a soluciones parecidas. Podrían almacenar un stock razonable para casos urgentes de necesidad de viviendas. Parte de la población ociosa o afectada por la crisis podría dedicarse a esta tarea. Otros tantos podrían ser destinados a los países necesitados para la instalación y acondicionamiento de estas estructuras. Gente en paro pero con ganas de hacer cosas por los demás. De conocer mundo. De hacer algo valioso por lo que puedan sentirse orgullosos. Lo vimos con la catástrofe del Prestige. Lo hemos visto muchas veces.
La gente quiere sentirse bien. Y una forma de hacerlo es ayudar a otros.

Estas casa contenedor servirían como vivienda digna durante un tiempo de recuperación prudencial para que la población afectada por el desastre se recomponga. Los materiales podrían utilizarse posteriormente para obras mayores en los países afectados. Los gente en los países de origen podrían realizar labores en los países afectados por periodos de algunos meses. Ayudando y reconfortando las conciencias de este planeta vergonzoso en el que vivimos.


No es la panacea. Pero podría ser un principio.