Sí. El mensaje está (estuvo, fue, 95-00) en la cocina. Moviendo y ordenando. Entre los platos.
Los platos sonaban como losas celestiales.
(No se pueden hacer una idea)
No estamos hechos para comer carne y sangre.
No hemos venido a comer carne y beber sangre si no a salvar esa carne y esa sangre. Se lo digo.
Se lo digo de verdad.
No se mató al cordero para comérselo simplemente sino para salvar la carne.
La del hombre y la de la bestia.
La bestia está en los más profundo del hombre. En lo más profundo de sus miedos.
Así se salva el hombre y a la bestia.
Nos dejaron escrito algo y no hicimos caso de nada.
La bestia cayó en el pozo y el hombre vino a salvarla.
La lengua en la mente del hombre debe salvar a la bestia.
========================== 30-08-2014
Cuando pasó eso quedé allí, tras dos o tres pasos.
Como suspendido en el aire. pisando.
Quería caer de rodillas.
Derrotado y en toda señal devota.
Pero no podía ni tan siquiera era digno de tocar el aire que me circundaba.
Todo yo era un pecado mayúsculo.
¿Cómo iba a caer de rodillas allí?
¿Cómo narices iba a caer de rodillas allí?
No podía ni flotar por más que no quería ni tocar el aire.
Ni respirarlo.
Allí quedé encorvado.
Como fuese.
Como el tiempo o la vida o el momento o que se yo me llevó allí en el buscar y el sentir.
Cualquier movimiento más hubiera sido una ofensa.
Un engaño.
Allí quedé un rato.
Hasta que pude salir.
No se mató al cordero para comérselo simplemente sino para salvar la carne.
La del hombre y la de la bestia.
La bestia está en los más profundo del hombre. En lo más profundo de sus miedos.
Así se salva el hombre y a la bestia.
Nos dejaron escrito algo y no hicimos caso de nada.
La bestia cayó en el pozo y el hombre vino a salvarla.
La lengua en la mente del hombre debe salvar a la bestia.
========================== 30-08-2014
Cuando pasó eso quedé allí, tras dos o tres pasos.
Como suspendido en el aire. pisando.
Quería caer de rodillas.
Derrotado y en toda señal devota.
Pero no podía ni tan siquiera era digno de tocar el aire que me circundaba.
Todo yo era un pecado mayúsculo.
¿Cómo iba a caer de rodillas allí?
¿Cómo narices iba a caer de rodillas allí?
No podía ni flotar por más que no quería ni tocar el aire.
Ni respirarlo.
Allí quedé encorvado.
Como fuese.
Como el tiempo o la vida o el momento o que se yo me llevó allí en el buscar y el sentir.
Cualquier movimiento más hubiera sido una ofensa.
Un engaño.
Allí quedé un rato.
Hasta que pude salir.