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sábado, 14 de febrero de 2015

Burbuja 14. Sobre el derramamiento de sangre natural y antinatural. La guerra y la paz. Las armas.






Comparación entre una burbuja y una terminación nerviosa.









http://www.abc.es/internacional/20150212/abci-kiev-respetara-derechos-prorrusos-201502121145.html



Nos matamos un poquito más hasta el domingo y ya si eso, dejamos de matarnos luego. Vaya tela...



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http://www.abc.es/internacional/20150212/abci-menores-soldado-201502111624.html


Que el ser humano siga fabricando utensilios, pensados y diseñados única y exclusivamente para matar a otros seres humanos y que exista el comercio y la propaganda "buenista" que existe sobre ellos es una auténtica vergüenza. Dicen que con ellos pretenden conseguir la paz.

Dinerito, dinerito, eso es lo que importa.                    



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Sobre el derramamiento de sangre natural y antinatural.






http://www.abc.es/sociedad/20150212/abci-jovenes-igualdad-informe-201502121314.html


¿Por qué normalmente la mujer no ansía el derramamiento de sangre?
Porque la mujer convive con ello de forma natural.
Por el contrario, el hombre busca en ocasiones un derramamiento de sangre equivocado. Así es que lo traduce en una errónea violencia.
Sus guerras y comportamiento lo testifican.

Cuando comiencen a enseñar en las escuelas la importancia que tiene el hecho del sangrado de las mujeres, su relación con las fases lunares, la importancia que tiene esto en la vida, la correcta colocación de nuestro planeta y el por qué de todo esto, quizás las cosas empiecen a cambiar.
Quizás entonces todos se miren unos a otros como lo que son. Seres guiados por la excelencia del querer "llegar a ser" y "pertenecer a" y no simples cuerpos que nacen y mueren.

Quizás entonces comiencen a respetarse los unos a los otros y tengamos un mundo mejor.

(Por suerte algunos sepan a qué me refiero)

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No, señora no alucino.


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A usted igualmente le digo  lo mismo que a la anterior persona y le añado que al parecer anda usted muy desorientado.

Déjenme que vierta un poco más de luz sobre lo que digo así sus pupilas puedan contraerse más de lo que están pues tendemos a banalizar todo y así nos va.

Hablo de esto sabiendo que produzco asombro pues hemos convertido cualquier cosa en intrascendente y solemos pisotear todo lo que no entendemos demasiado bien e incluso lo que entendemos bien.
Creo que ayer volvió a haber un nuevo caso de violencia de género, pero claro, mientras no nos ataña seguimos ajenos en nuestra confortable cotidianidad.

Miren ustedes que todo esto es mucho más relevante de lo que parece. Así les explico.

Convendrán conmigo que entre los dos géneros masculino y femenino, sólo uno de ellos sangra de forma natural, siendo éste que es el femenino. Es así que las mujeres, hembras o aquellas llamadas féminas entre nosotros sangran periódicamente cuando alcanzan la edad fértil.
Durante la etapa en la vida en que las mujeres son fértiles, si no traen una nueva vida en su interior, sangran y si traen vida en su interior dejan de sangrar.
Es así que es fácil establecer un paralelismo evidente y totalmente visible sobre el cómo actúa la naturaleza.
Pues la sangre derramada es sinónimo de no aportar una nueva vida y la no sangre derramada es sinónimo de nueva vida.
Así de fácil. El derramamiento de sangre es equiparable a la muerte y si no se derrama sangre hay vida.

Esto les parecerá obvio y absurdo de mención, así lo entiendo por sus contestaciones, pero lejos de ser así tiene gran importancia.

Corríjanme si me equivoco, pero somos los únicos seres en el planeta que evitamos la posible preñez de las mujeres como si tal cosa y por todo tipo de motivos.
Todos los demás seres del planeta, llegada la etapa fértil de las hembras en su especie, aprovechan tal ocasión para producir nueva descendencia.
Nosotros no.
Nosotros regulamos y llamamos a esto control de la natalidad. Impedimos incluso con leyes posibles embarazos. Arrancamos la vida de nuestros propios hijos de nuestras entrañas y a ello lo denominamos un derecho. Derecho al aborto.
Preferimos el sangrado periódico de las mujeres a el dar a luz una nueva vida surgida del amor y el placer.

Todo esto lo revestimos como cultura y avance social y creemos que somos civilizados porque así actuamos. Cualquiera que defienda una opción opuesta a tal forma de pensar es tachado de retrógrado por lo menos o como perteneciente a secta ligada a oscuros propósitos.
Pero la verdad sigue siendo que somos los únicos seres que actuamos de tal modo sobre la faz de la tierra.
Así nos creemos por encima de todo lo demás y le damos a todo ello un aire de dignidad, de cultura, como digo, y de ciencia humana.
Si nacen menos tendremos más para nosotros. Así somos. Esa es la verdad.

Cualquier mensaje que vaya en contra de una natalidad controlada parece surgir de una mente trastocada y enferma. Pero como les digo, somos los únicos seres vivos que actuamos así sobre la faz de la tierra.


Todo esto nos conduce a posteriores extraños comportamientos, determinando quién o no quién debe vivir en algunos casos o creando periódicas y rocambolescas formas de control sobre estas cuestiones o matándonos de forma banal o a nuestros futuros hijos antes de nacer como si tal cosa. Matándonos en algunos casos por un simple puñado de papeles impresos llamados dinero o por motivos todavía más absurdos y peregrinos.
Todo eso lo vemos normal. Decimos que son cosas de la sociedad y el progreso y lo achacamos al egoísmo, a la avaricia o a la pasajera locura, o a necesarias guerras en defensa de parcelas de terreno de las que nos creemos poseedores. A cualquier cosa que se nos ocurra lo achacamos.
La verdad es que nada poseemos pues incluso nuestro cuerpo dejamos al morir y la energía que estaba en nuestro cuerpo y que nos impulsaba desaparece aparentemente sin más. Somos simples "arrendatarios" de nuestro cuerpo y de todo lo que en este Universo existe.

Pero volvamos al derramamiento de sangre.
Miren que sólo nosotros, los humanos, derramamos sangre sobre la tierra de forma no natural.
Sólo nosotros nos hemos hecho valedores de tal proeza. Los animales matan por hambre o en defensa de su vida siendo no conscientes de lo que hacen si no actuando simplemente por necesidades naturales.
Así nosotros, los humanos, creemos estar por encima del bien y el mal y establecemos la muerte o la no vida por encima de toda ley natural.
Nos alejamos de las leyes naturales y establecimos unas propias leyes humanas. Nos creímos sabedores y conocedores de las potestades naturales y sobre ellas ejercemos la vida y la muerte como si estuviéramos en derecho de saber qué es lo adecuado e inadecuado.

Algunos, a pesar de lo que se diga, dejaron testimonio escrito de esto de forma intrigante. Se le dio a esto el nombre de libros sagrados he inspirados por una conciencia superior a la que llamaron Dios.
Pero hete aquí que de nuevo el hombre se cree por encima de todo esto y sigue actuando en la forma que ellos creen establecer como correcta y adecuada. Apropiada o inapropiada. Buena o mala.

Algunas culturas en diferentes partes del planeta convirtieron el derramamiento de sangre antinatural en ritos de los que tenemos constancia. Así todavía hoy en día se sacrifican corderos en base a tal hecho. Otras culturas en otras partes del mundo también parecían realizar ofrendas parecidas. Pero todo eso pasó y algunas cosas quedaron para dar testimonio de ello. Hoy en día vemos rituales sangrientos en nuestros televisores o en el cine. Vemos así que durante la historia se han creado historias sobre bebedores de sangre, vampiros y ritos satánicos que pueblan nuestras librerías como cosas surgidas del simple ingenio de quienes las cuentan. Aún así determinamos qué es bueno y malo y qué es verdadero o falso. Todo ello producto de nuestra mente y conciencia.

Curiosamente, algunos achacan todos los males que el ser humano soporta como un castigo de esa conciencia superior que lo único que pretendía, a tenor de lo escrito en tales libros, es que creciéramos y que pobláramos la tierra al igual que todo ser vivo sobre ella.
Todo eso dejó de tener importancia para muchos, y nos creímos poseedores de la sabiduría necesaria para saber qué es bueno y qué es malo. Lo comenzamos a cambiar todo.

Miren que subestimamos en gran medida una energía sin igual. Una energía que nos da la vida y nos ha hecho ser. Esta es la energía vital. A la energía vital la llamamos libido o sexo o de otras formas según convenga, pero la energía vital es la que nos hace ser.
Esta energía vital que nos hacer ser y hace que todo lo que tiene vida siga procreando no actúa sola, si no que va acompañada de sentimientos como el amor y el placer. Pero a nosotros, sabedores ignorantes de lo que es bueno y malo nos importa poco.
Nosotros actuamos como si tal cosa fueran meros estímulos nerviosos que lo único que hacen es aportar un pasajero sentimiento de felicidad. Lo llamamos de otras formas y banalizamos sobre ello y sobre las mujeres y hombres que se prestan a ello como si fueran simples prostitutas o prostitutos que lo único que hacen es encargarse de contrarrestar el enorme e imparable poder que la energía vital tiene.

Sin ir más lejos, ayer en éste medio digital aparecía una noticia sobre el hallazgo de una serie de fetiches o piedras talladas haciendo referencia a esta energía vital y a sus símbolos humanos (vaginas y penes). Otros hallazgos nos han hablado de fertilidad durante la historia del ser humano, nos han mostrado mujeres orondas y de grandes pechos o senos o como tengan a bien llamarles. No sin ir tan atrás en la historia, en la antigua ciudad de Ampurias, aquí en este país llamado España, aparecen símbolos fálicos tallados en las columnas de piedra que sustentan los arcos de sus puertas.
Tan importante ha sido la energía vital durante la historia de la humanidad, que aquellos que han vivido han dejado constancia de ello.
Ahora hablamos de tal cosa como pornografía o sexo y hemos banalizado sobre todo lo que rodea a este hecho convirtiendo incluso en gran pecado y consternación el hecho de ver a dos personas amándose.
Tan importante es todo esto que al parecer vino uno que dijo cosas como "amaros los unos a los otros como yo os he amado" y lo colgaron por ello. Nadie sabe en verdad a qué se refería. Dicen que andaba entre prostitutas. Dicen que se autoproclamaba o decían que era el hijo de Dios. Nadie sabe en verdad. Después de dos mil años tal persona sigue generando gran controversia entre nosotros.

Pero todo esto poco importa. ¿Saben ustedes? Lo cierto es que la energía vital, ha seguido haciendo su trabajo aún en contra de toda voluntad y disposición humana y tenemos un planeta con unos siete mil millones de seres humanos que siguen el camino de esa fuerza vital.
Seguimos, aún a su pesar, la de aquellos que lo niegan, aquella vieja ley que quedó escrita por seres que parecían ser víctimas de una alucinación. Así, del mismo modo que ustedes me achacan a mí.
Seguimos amándonos y poblando la tierra.

Pero no como nos dijeron lo hemos hecho, si no como dueños y libres en creer saber lo que era bueno y malo.
Durante toda nuestra historia hemos matado y creado guerras. Lo seguimos haciendo.
Pero seguimos creciendo y amándonos y poblando la tierra, como todos los demás seres vivos del planeta.
Por encima del derramamiento natural y artificial de sangre. Por encima de toda ley humana seguimos la ley de la vida y de aquel llamado Dios.

Muchos siguen diciendo:¡Dios no existe! ¡Es una simple invención humana! ¡Usted vive anclado en las supersticiones y la ciencia actual prueba la verdad!

Algunos creen en la ciencia de los hombres a pies juntillas y piden pruebas irrefutables que creen sólo la actual ciencia les aporta.
Yo he dejado constancia en este medio sobre pruebas irrefutables de lo verdadero y de que su actual ciencia les engaña o esconde la verdad indicando que su norte y su sur son unos, cuando en realidad es al contrario y que esto tiene un por qué que corrobora argumentos de los que hablo. A día de hoy aún espero respuesta.

Pero ¿Saben ustedes?
La verdad es que sigue existiendo una ley que se sigue cumpliendo y que está por encima de todo lo que podamos hacer.
La verdad es que sigue y seguimos su ley, la de aquel libro, sin darnos cuenta de ello.

Pobres y locos humanos, todos nosotros.


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No tergiverse mis palabras a su conveniencia, ni ponga palabras en mí que yo no he dicho.
Por lo demás es usted libre de vivir su vida y de pensar sobre ésta lo que mejor le plazca.

Un saludo y gracias por leerme.



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(Censurado)

De nuevo le agradezco el tiempo empleado en contestarme no sin esta vez aprovechar en afearle su conducta (no se lo tome a mal ) pues en ningún caso en mi largo escrito he dicho "que la mujer debería estar permanentemente embarazada y que si le viene la regla es "sinónimo de muerte"".
Esto es tergiversar mis palabras y decir cosas que yo no he dicho.

Como supongo que luego ha hecho volviendo a releer mi largo escrito, sólo he intentado hablar de hechos de nuestra historia, pero en ningún caso he querido imponer cuál o cómo debería ser la forma de comportarse de nadie. Simplemente, como digo, he intentado narrar hechos de nuestra historia.
Nuevamente debo llamarle la atención por deducir conclusiones sobre mis gustos literarios que nada tienen que ver con la realidad y que son meras especulaciones que usted realiza para su mejor conveniencia y defensa argumentaria.

Por otro lado, le explico, que no sé por qué pero a bien tengo en contárselo, que cuando leí sus primeras palabras, me vino a la mente cual rayo la expresión: "Morder la mano que te da comer".
Curiosamente y al cabo de unas horas, encuentro su nueva contestación e investigo sobre Don Jorgito el inglés o George Borrow, el cual era su verdadero nombre, y del que nada sabía ni supe hasta este día y hasta hace un momento.
Buscando sobre él, la primera entrada en google que me aparece es la siguiente: http://sakipedia.blogspot.com.es/2010/02/don-jorgito-el-ingles.html, en la que se narra un extracto de un libro suyo que cuenta la triste historia de un fiel perro al que su amo mata.

No quería dejar pasar por alto éste sorprendente hecho al que mi vida me tiene acostumbrado pero al que usted ajeno a ella puede hacerle pensar que se trata de una simple coincidencia.
Aún así el hecho es el que es, que desconocemos la verdad de muchas cosas que nada tienen que ver con la ciencia o la superan en gran medida para desconcierto en nuestras vidas.

Un saludo.








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http://www.abc.es/ciencia/20150212/abci-increibles-videos-nasa-muestran-201502121338.html


Brutal! Fantástico! Precioso!

¿Alguien sabe si han mirado que las erupciones no se correspondan con conjunciones o coincidencias del paso de los distintos planetas del sistema solar?