Sobre la caverna de Platón, el "Uhala" y la Televisión.
06-12-2020
Y escribí en referencia a:
https://www.otraspoliticas.com/politica/la-television/
No es la primera vez que hablo de estas cosas, pero no(sí) aquí.
Hace ya muchos años, unos 38 o por ahí, se me pidió dibujar el mito de la caverna de Platón en clase de filosofía. Lo hice.
Años más tarde di con la clave, ahora muy vulgar y popularizada, de comparar aquel Mito de hace miles de años con el actual estado de las cosas con respecto a la televisión y los videojuegos.
Seres encadenados a unos "mandos" mirando las "sombras" proyectadas por la luz (la televisión) sobre el fondo de la caverna (nuestras casas y vidas).
Eso, como digo, puede ser ya un concepto popularizado y conocido a raíz de ciertos acontecimientos que por arte de birlibirloque tuvieron lugar a posteriori como consecuencia de unos actos menores que llevé a cabo.
Sí, sí. No, no. ¿Y qué? Yo lo hice.
Un poco más tarde se celebró una especie de simposio filosófico donde se trató precisamente de esto y ya estaba la rueda formada. Al que trazó el arco y lo continuó hasta cerrarlo no lo tuvieron en cuenta.
¿Y qué?
Muchos creerán que desvarío, pero por poner otro absurdo ejemplo, la expresión interjectiva ¡Uhala! nunca fue escuchada por mis oídos hasta que la pronuncié hace ya también muchos años.
Las intrínsecas características arrastradas por tal expresión la hacían divertida, sorpresiva, y particularmente llamativa para ser repetida por otros sin ningún tipo de problema haciendo que tal minúscula variabilidad en la fonética de una común interjección (el conocido y original "hala") fuera repetida y diseminada por todas partes de forma rápida hasta llegar a ser lo que es hoy en todas sus variantes e incluso anglicismos comerciales (wallapop).
Sí, sí. No, no. ¿Y qué? Yo lo hice.
Con el tiempo, y debido a este y otros ejemplos, encontré el cómo saber hasta dónde llegaba un mensaje. Introducir distintas variables en una conversación o un texto y dejar pasar el tiempo hasta escuchar el eco de aquello. Muy sorprendente todo ello, se lo aseguro.
Mi generación, nuestra generación y mi vida en particular, ha estado sujeta a este aparato de comunicación, la televisión.
Hemos crecido "con-el-desde" no tener y no existir al existir, ser, estar, predominar, depender...
De ver en blanco y negro a ver en alta definición.
De los tubos de rayos catódicos, las lámparas en su interior, (lámparas, bombillas de alto voltaje, amperaje y toda una serie de conceptos relacionados con la corriente y sus electrones y diferencias de potenciales) hasta los actuales circuitos integrales, transistores y demás nuevos conceptos.
En realidad, todos ellos, no son más que compuertas, embalses, meandros, grandes caudales, y saltos de agua minúsculamente ordenados para producir un determinado efecto. Lo pequeño copiado de lo grande.
La televisión.
Somos el origen del haber plantado tal seta en el mundo. Responsables de ello hacia el futuro.
Hemos creado un ser con ojos y boca y manos que atan como cadenas.
Un posible monstruo en manos de algunos pocos o una inexplicable posible bendición para un todavía más inexplicable fin para todos.
Una palabra en común muy común.
Un mensaje llevado a todos los confines del Mundo.
No, no. Sí, Sí. Todos estamos ahí.
Responsables de.
Responsables de actos muy pequeños que se hacen muy grandes.
Saludos.
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07-12-2020
Muchas gracias por su respuesta Juan. Me gustaría recalcar que algunas cosas sí son reflexiones, pero las dos primeras anécdotas son hechos. Les aseguro que no es nada fácil ni agradable vivir con el peso de los años emborronando las cosas pasadas que ahora se han convertido en pensamientos o expresiones populares. Podría aportar muchos más datos, pero no es el momento.
De todas formas me gustaría contarles otra historia con respecto a la televisión. Creo que más jugosa con respecto a los gustos mostrados.
Engloba la vida de dos generaciones y no sé cómo voy a resumir la tanta información que en verdad encierra, pero dado el vacío y espacio reinante allá voy.
Comienza a mediados del siglo pasado.
La historia trata de un hombre que en sus comienzos y juventud vendía proyectores de cine. Visitaba las salas de cine de pueblos y ciudades de Andalucía para vender los proyectores por lo que además obtuvo una amplia cultura cinéfila.
Supongo, no lo sé a ciencia cierta, que como el mercado era finito para los aquellos aparatos en las contadas salas de cine, ese hombre pasó a trabajar para una empresa que fabricaba televisores.
Antiguos y enormes televisores en blanco y negro que pesaban unas cuantas decenas de kilos. Prácticamente los primeritos.
En la década de los sesenta del siglo pasado, en un viaje a Francia, aquella persona vio que los aparatos de televisión ya no solo se vendían para uso y disfrute de particulares en sus casas, creando así puntos de comunicación familiares, sino que, además, comenzaban a instalarse en centros asistenciales para el uso y disfrute de los pacientes-enfermos en sus recuperaciones hospitalarias. Un apropiado sistema de control para recuperar la inversión realizada permitía que los ingresados pudieran estar al tanto de lo que ocurría en el exterior y hacer más placentera o distraída su recuperación.
Con aires emprendedores tuvo la determinación de implementar aquello que había visto en el país vecino en el suyo, el nuestro. No existía tal novedad aquí, pues la situación política y social de nuestro país estaba, en muchos sentidos, con los andamiajes por poner.
En sus primeros pasos fue tachado de alocado aventurero recibiendo como común respuesta el quién iba a ver la televisión mientras estaba en un hospital enfermo. Eso era de locos.
No cejó en su empresa y se puso en comunicación con otro señor de Zaragoza para poder fabricar un sistema de control de los aparatos tal como había visto en Francia.
Patentó un primario sistema y a base de insistencia colocó un primer televisor en la sala de espera de un Hospital. El primero.
El primero, hasta donde sé, que se ponía en nuestro país.
Con el tiempo consiguió que su hermano se uniera a él y juntos comenzaron a colocar muy poco a poco televisores por algunos centros hospitalarios alrededor de Barcelona, su ciudad natal, a la que había regresado después de aquellos primeros años vendiendo proyectores de cine por Andalucía.
Los pocos se convirtieron en más y los Hospitales y Clínicas carentes de todo servicio relacionado con estos menesteres fueron admitiendo los beneficios del entretenimiento que producían aquellos aparatos en los largos y solitarios ingresos hospitalarios.
No había enchufes y ni tan siquiera, y por supuesto, los cableados, tomas y antena en sí para la recepción de la señal. Nunca antes eso había sido concebido.
No existía. Hubo que hacerlo todo.
Todo eso pasó y el antiguo régimen político murió y se estableció la democracia.
Poco a poco también los nuevos llegados al nuevo orden parlamentario se fueron repartiendo el pastel a base de elecciones, ideales y distintas historias regionales.
El proceso político también fue a más y aquellos llegados comenzaron a saborear las mieles de su poder en sus distintos terruños y a pedir más y más autonomía disfrazándolo todo de una falsa cercanía al ciudadano. Comenzamos a convertirnos en números y dejamos de ser personas. Poco a poco.
Cuando en no sé que año, creo que eran principios de los ochenta, el gobierno central de turno cedió las competencias sanitarias a la todavía en pañales Generalitat Catalana, la empresa de aquel hombre que había comenzado con todos sus esmeros sufrió un gran varapalo.
Cambiaron de la noche a la mañana las personas que dirigían muchos centros hospitalarios y sin mediar palabra alguna y de muy malas maneras en algunos casos, todo la inversión y el trabajo de aquel emprendedor fue destruido y arrinconado. Amontonado todo de mala manera en una apartada habitación a la espera de ser retirado.
Los "amigos" puestos a dedo por el gobierno Catalán, ahora con el poder de decidir por su cuenta qué, cómo y con quién, no dudaron en hacerse con el control de lo que veían como una forma de incrementar sus ingresos y beneficios sin tener en cuenta para nada por lo que en verdad estaban destinados o elegidos, cuidar de los enfermos.
Establecieron de la noche a la mañana sus sistemas de control, el pastel se repartía a velocidades increíbles, compraban sus aparatos, mucho más comunes y asequibles ya por aquel entonces, y explotaban económicamente a los enfermos por las nuevas inversiones realizadas. Material nuevo, gerencia nueva, catalanismo, proximidad, los "nuestros", cualquier treta les servía para avalar su vorágine.
Todo comenzó a cambiar muy rápidamente en ese sector.
Los pacientes, ajenos a estos asuntos, seguían pagando, cada vez más, por el mismo servicio que antaño se les ofrecía. Ya no podían, en algunos casos llevar sus aparatos de casa al hospital y la persona que ofrecía los servicios y había instalado las antenas y circuitos eléctricos en los aquellos precarios Hospitales, ya no tenía que ir a hablar con los antiguos gestores de los centros por tal u otro asunto porque ni el uno ni los otros estaban ya allí. Todo dependía del mismo y la orden entonces era tajante. No entra ningún televisor que no sea de la casa. Todos han de pagar.
Fíjense que en la actualidad se han llegado a instalar hasta inhibidores de frecuencias, cambios de canal por medio de transmoduladores de señal, tomas anti-vandálicas de antena o transmisión por IP de señal pre-codificada.
El negocio, el negocio.
Podría hablarles mucho más sobre esto, se lo pueden imaginar, pero creo que se harán una idea de lo que supone el control absoluto.
En la actualidad, y según mis últimas informaciones ya no demasiado recientes, pero creo que todavía en vigencia, el estado concede unas "ayudas" a la instalación y mantenimiento de aparatos de televisión para los ingresados o pacientes en centros hospitalarios. Estas "ayudas" sé que surgen a través de "concursos públicos" que aparecen, según el caso, en distintas páginas web en horarios mínimos, intempestivos e incluso festivos y conocidos únicamente por los que ya han sido adjudicados previamente que van a regentar el negocio. Las ayudas sirven para financiar el altísimo coste de los nuevos sistemas de control, tarjetas monedero en su mayoría (no sé si a alguien le suena este asunto por otras causas) con centros de control a través de cajeros automáticos.
Es decir, pudiendo ofrecer el servicio gratuito, o casi, por la "ayuda" recibida o más bien otorgada a dedo, esta se utiliza en implementar un carísimo sistema de control que aporta beneficios a ningún o muy bajo coste pues lo paga el Estado.
Como ustedes ya saben, nosotros, el Estado, pagamos primero, pagamos durante y pagamos después.
¡Pero no pasa nada!
Los salvadores de la patria siempre están aquí. Son los unos, los otros y los de más allá.
Se turnan y nos salvan continuamente.
Como comprenderán, todos esos años están plagados de situaciones aún si cabe más preciadas que lo narrado.
Antes existían Clínicas pequeñas que afamados, exitosos o bienintencionados doctores construían y ponían al servicio de la comunidad. Invertían su dinero y sus vidas en ello. Hoy todo son gigantescos centros hospitalarios donde los beneficios se cuentan por el mayor número de habitaciones.
No solo el control es mediático. El control es total y en todos los sectores.
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Sobre el verdadero Arte y sobre los que promocionan el falso arte.
11-12-2020
Y escribí en referencia a:
https://www.otraspoliticas.com/sociologia/quedate-en-casa/
(Libros, sí.)
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Aplaudo y me sumo a la denuncia que expresa Bárbara con su artículo.
Grandes, interesantes y certeros comentarios también.
El arte.
Manu Oquendo aporta un concepto crucial con el que no puedo estar más de acuerdo. La atemporalidad del verdadero arte.
¿Por qué es esto?
¿No ven que los artistas parece que pierden la noción del tiempo cuando crean arte?
Cuando crean su música y parece que se queden enganchados a su voz o al instrumento que utilicen para producirla. Cuando con sus pinceles entran en trance y las pinceladas salen como mágicamente disparadas por el brazo como si necesitasen plasmar algo mucho más valioso que lo que en verdad hacen, ese poner pintura en un simple trozo de tela. Otras veces dudan y se atemorizan sobre dónde o cómo irá el próximo color o necesita estar que esté.
El escultor que dice, yo no lo hice, aquello estaba ya allí y yo solo saqué lo que sobraba, o aquel que con la cabeza ensimismada mirando casi su ombligo, casi acurrucado, está tan inconscientemente absorto en sus quehaceres que no sabe ni dónde está.
El cantaor, que parece entrar en lo místico cuando sus pulmones estallan por y con una saeta o el actor que llora llorando y sintiendo lo que siente siendo esto nada más que una expresión ficticiamente verdadera de lo que en verdad siente, haciendo creer a todos los presentes que lo que sucede y siente es verdadero por un instante. Trasladando a todos a otro estar y ser en un momento.
Haciéndoles soñar por un momento que no son ni están donde están sino en otro sitio y otro momento en un instante.
Estados de la mente encharcados de dopamina. Mentes saciadas de nexos y conclusiones placenteramente unificadoras. Éxtasis creativo.
El arte trasciende no porque el ser humano quiera trascender, sino porque lo necesita, porque él mismo forma parte de esa trascendencia.
El arte le une a aquello que está fuera de sí y de toda racionalidad. Le transporta y le muda y le despelleja y le arranca de las entrañas lo más profundo.
Le une a lo más hondo y lo ensalza a lo más alto y todos aquellos que lo contemplan y sienten o tienen la capacidad para sentirlo se transportan con él y su arte.
Crecen y se modifican, trascienden todos a la vez y en un momento.
Se elevan y flotan y dejan de pesar o pesan como plomo por un instante.
Se humanizan y dejan de ser simples seres para ser grandes seres. Para ir más allá.
Todas estas cosas no convienen a según qué formas de gobierno. Son cosas que van en contra de sus planes.
No quieren a seres pensantes, ni que evolucionen más allá de lo necesario por encima de lo terrenal y material. Por eso destruyen y arrinconan la filosofía o la cultura, o promocionan lenguas que disgregan y separan en lugar de que unan.
El arte no les conviene porque unifica y potencia la unión y eso va en contra de sus propósitos y objetivos. Va en contra de tener a simples borregos que paguen sus facturas y sus impuestos a la hora señalada para así poder seguir acaudalando más poder.
Les enturbian la mente con simplezas y mezquindades. Siembran la mentira diariamente, cuantas más veces mejor, y crean disensión continua. Destrozan todo lo que une. Parcelan, fronterizan y equivocan a todos con estrategias malvadas, perversas, deleznables y terroríficas alcanzando lo demoníaco. Convierten a la muerte y el matar en un derecho.
Por eso ni quieren ni les importa un comino el arte ni lo creativo.
Cuando como si hubieran entrado en razón potencian formas de arte, eligen el arte perverso. Aplauden y vuelven a confundir con el arte mundano y subvencionan la muerte con cine plagado de asesinatos. Subvencionan cultura incomprensible diciendo que eso es lo más de la modernidad y te ves delante de un lienzo en un inmenso museo en el que aparece una mancha o un cubo de basura encumbrado como adalid de lo artístico. Entonces dicen que aquello es el "art noveaouuuuuuuu" o cualquier otra patochada que se inventen para el momento.
Son todos ellos monstruos especializados en la mentira y el engaño y solo buscan el dinero y el poder. El placer para sus orgías de la mentira. Ponen y promocionan el desfalco por pago de impuestos como el mayor pecado por delante incluso de la muerte. Matan a Dios a diario y dicen que no existe y que lo que existe es el dinero y lo palpable. El amor es arrinconado y establecen como forma común la separación de bienes por encima de la unión amorosa engañando y confundiendo y popularizando eso como forma verdadera de una unión. Sembrando maldad demoníaca a todas horas.
Su suma y sigue continuado de maldades a través de la historia los ha convertido en una espeluznante sarna que puebla todos los rincones del planeta.
Su maldad les empodera subyugando a las almas dóciles y biempensantes.
Los borricos les siguen. La zanahoria les guía hacia ninguna parte. El engaño espolea.
Y todos aquellos que en su fuero interno tienen alguna luz todavía, permanecemos expectantes y atónitos ante la maldad diaria.
Ante este apocalipsis infernal al que nos someten.
¿Quedarse en casa?
Para mí sí, esa fue y ha sido la solución. Huir de toda esa maldad que muchos años atrás me estalló ante los ojos.
Mucho lloré por ver a tantos convertidos en demonios. Mucha pena sentí por todos ellos. Mucho pedí para salvarles.
No ha sido ni es nada fácil.
Luego, la "vida", me dio cosas insospechadas. Ancestrales promesas cumplidas.
Las bebí todas.
Caían por mi rostro como en forma de agua.
Agua salada... Tan dulce.
Me apena mucho que tantos no sepan ver.
Cuidar de lo pequeño es algo muy grande.
Cuidar de lo invisible es algo enorme.
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13-12-2020 (Lo que iba a ser)
No creo que esté de más.
La letra de la canción es una poesía del recuerdo a un gran incomprendido.
Solo por poder contemplar las botas pintadas que aparecen en justo la mitad del montaje del "editado" vídeo, merece la pena verlo.
Tantos pasos...
Nosotros. Todos nosotros.
En los caminos y hacia las cumbres. En los valles y por los puentes.
En las profundidades del alma.
Todos esos pasos.
Pasos que hablan.
https://www.youtube.com/watch?v=Ei0ThYOY0_4
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14-12-2020 (Lo que fue)
Las botas de Vinçent.
Cuando durante la presentación y la despedida se repite tantas veces, y entre otras cosas, que "no está editado" no sé muy bien a qué se refiere.
Parece que incumple todas y cada una de las definiciones de la palabra "editar" con esa afirmación...
Estoy muy confundido.
O quizás no lo esté, no sé.
No creo que esté de más y yo les dejo otro video sobre un pintor, un músico y un "editor".
La letra y música de la canción es una caricia recordando a un gran incomprendido.
Solo por poder contemplar las botas pintadas que aparecen en justo la mitad del "editado" vídeo, merece la pena verlo.
Tantos pasos...
Nosotros. Todos nosotros.
En los caminos y hacia las cumbres. En los valles y por los puentes.
En las profundidades del alma.
Todos esos pasos.
Pasos que hablan.
https://www.youtube.com/watch?v=Ei0ThYOY0_4