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martes, 18 de marzo de 2014

Cosas pendientes. Sobre la orientación del mapa del mundo y otras cosas que ahora no recuerdo y de las que no escribiré en este post.




Yo también soy de los que piensa que el mapa está en posición incorrecta.

Hoy he podido leer con gran satisfacción personal que no soy el único que piensa que el mapa del mundo está mal colocado. No hay nada peor que leer un mapa en una posición que no corresponde con la real. Conceptos erróneos, imagen inadecuada, mensaje contrario. Hace muchos años que intento explicar, cuando la situación es propicia, que no existe lógica ninguna que avale la posición del mapa mundi actual tal y como la conoce la mayor parte de los habitantes del planeta. También leo que parece que fue Ptolomeo quien decidió colocarlo así. No sé.






Desconozco quienes utilizan el mapa superior. Supongo que puede ser gente asiática o australiana, oceanía o de países cercanos.
En cualquiera de los dos mapas podemos ver como la mayor parte de la tierra emergida está en la parte superior del mapa y la mayor parte de agua está en la inferior. 






Perdón pero no tiene sentido que nuestra mentalidad esté regida por leyes físicas y luego cuando representamos nuestro entorno y posición en el universo, estas leyes no tengan continuidad visual y lógica en lo representado.

Si una cosa pesa más que otra es por algo. Es decir, si nosotros salimos al espacio y miramos la tierra, ésta tiene la masa central de materiales pesados en el centro, mientras los gases, vapores y demás elementos volátiles tienden a estar en la parte superficial del planeta. 



Si miramos nuestra posición con respecto al sol y a los demás planetas que giran alrededor de él nos damos cuenta que todos estos siguen algún tipo de ley que hace que las cosas sean como son cuando las vemos. El más luminoso y grande parece regir sobre los otros haciendo que estos giren a su alrededor. 


Sigo mirando al planeta tierra y sigue teniendo las nubes en el cielo. Si me fijo en las proporciones de los planetas con respecto a su comportamiento espacial, éste también tiene relación aparentemente. Es decir, astros grandes hacen que astros pequeños estén supeditados a sus movimientos. 


Proporcionalmente.

Y simulando sus órbitas alrededor suyo. Naturalmente las distancias no son esas. Las distancias reales, sencillamente no podemos verlas. No podemos verlas. Eso es así. Al menos, de momento.


Intentando explicarlo de otra forma, se puede afirmar que no vemos un pequeño asteroide de una tonelada de peso con una galaxia o un sistema solar adherido a su cola vagando por el espacio. Quizás incluso eso ocurra, pero según vemos, no hemos podido testificar que un sistema planetario sea regido por un asteroide de una tonelada de peso. No parece ser que  un sistema planetario entero sea arrastrado con fuerzas inexplicables por un asteroide danzante y viajero.  Nadie ha visto al cometa Halley seguido por un agujero negro, ni por una nebulosa, ni por un planeta menor, ni por una enana roja, ni ninguno de los innumerables nombres necesarios para poder dar a cada cosa creada en el universo un concepto personalizado.
¿Qué intento decir con esto? Que cada cosa tiene su escala y todo parece estar regido por un principio físico en el que lo grande hace que lo pequeño sea arrastrado por ello. Entendiendo como grande alguna de las cualidades que tenga esa cosa u objeto.

¿Por qué motivo seguimos representando el mapa del mundo en esta posición?





Se me ocurren varias razones y no veo en ninguna de ellas una intencionalidad demasiado positiva para el global de nuestra civilización, ni de nuestra percepción como individuo cada uno particularmente en el universo, ni como nada que se le parezca.

Lo lógico, sensato, útil e incluso podríamos decir honrado, sería colocar cada cosa en su sitio en la posición que le corresponde. De lo contrario se podría decir o que estamos haciendo trampas, o que nuestra desidia al respecto es supina, o que no nos importa en realidad el descubrimiento y la realidad de las cosas que nos rodean o que a pesar de todo ello y a sabiendas, seguimos contrariando nuestra más básica lógica mental con intereses nada claros.  


Si las leyes físicas tienen algún peso o valor en todo esto que nos rodea y atañe, éstas leyes también deberían tener ese peso a la hora de representar nuestro planeta en el Universo y  sobre todo en nuestras conciencias.

Simplemente. Si la mayor parte de la tierra emergida está en el actual llamado polo norte (polo sur magnético) y en el polo sur (polo norte magnético) existe apenas tierra y casi todo es agua, parece lógico pensar que la masa y peso total del actual llamado hemisferio norte es mayor que el actual llamado hemisferio sur. 





¿Es esto importante en un Universo del que desconocemos prácticamente su complejidad total? ¿La forma en la que éste trabaja o actúa? Pues aparentemente para algunos no es importante. Da igual que las leyes se dispongan de una forma u otra y tengan un peso sustancial con respecto a lo que representan. Creo que nadie con ánimo instructivo elegiría representar la teoría de la gravedad de forma en que algún objeto se alejase del suelo al dejarlo que interactuase libremente con la naturaleza. Sería absolutamente contradictorio en ese proceso instructivo.

¿A quién se le ocurriría explicar que el objeto siempre en condiciones normales cae diciendo que el objeto sube en esas condiciones?  ¿Qué sentido tiene enseñar que algo cae, mostrando un resultado contrario?
Parece todo un poco ilógico. Los conceptos deben relacionarse de forma verdadera y lo más honestamente posible con lo que representa cada concepto, sino, todo tipo de comunicación parece imposible. 

Aún aceptando todo esto como razonable, podríamos pensar que parece innecesario que el mapa del mundo y la imagen del planeta deba tener una posición preestablecida por alguna ley física espacial o concreta. Al parecer flotamos por el espacio como planeta como sujetos en una órbita alrededor de una estrella que nos da luz. Tenemos otros planetas alrededor más o menos dando vueltas como nosotros y eso es lo que hay. Se podría decir que ¿Que más da que estemos para abajo o para arriba representados? ¿En verdad es lo mismo?



¿Es eso importante o tiene alguna base científica que lo corrobore? Bueno, podríamos decir que está comprobado que si lanzamos un puñado de tierra al mar, éste se acaba hundiendo. Parece ser un hecho comprobado. Si en algún momento hiciéramos eso y ese puñado de tierra no se hundiese en el mar, en verdad sería un hecho más que noticiable, ¿No creen? Por lo tanto nuestra mente asocia de forma natural la forma en la que la naturaleza actua. De esta forma procedemos con una especie de antelación a los acontecimientos pues predecimos de antemano cual va a ser el proceso siguiente. Existe una concatenación de acontecimientos que hacen que nosotros seamos capaces de adentrarnos en el futuro, prediciendo lo que sucederá. Precisamente porque conocemos el pasado, podemos conocer el futuro más o menos acertadamente.

Así pues parece quedar demostrado que la forma en que los conceptos y los hechos se relacionan entre si, sí que es algo sustancialmente importante pues rige nuestras vidas cotidianamente.

He aquí pues que parece sustancialmente importante también que la representación de nuestro entorno se corresponda con nuestros conocimientos de cómo el entorno actúa. Así pues parece que la forma en la que representamos o vemos nuestro planeta debería corresponderse con lo que sabemos de cómo interactua la naturaleza libremente y de cómo percibimos todo eso honestamente. Simplemente con la honestidad necesaria como para poder enlazar conceptos de forma verdadera. Si un puñado de tierra tiende a ir hacia abajo en el mar, sería honesto pensar al ver todo el planeta, que la tierra tiende a ir hacia abajo. Visualmente, fisicamente, honestamente, imaginariamente o cual concepto se pueda imaginar para representarlo. Si eso es así. Eso es así. No porque no tenga relación lo que ocurre en el espacio interestelar con lo que ocurre particularmente en nuestro planeta, si no porque nosotros partimos de conceptos que nos unen como especie. Conceptos muy particulares con respecto a todos los demás seres conocidos del planeta. Conceptos por los que es posible por ejemplo la comunicación. Transmitir conocimientos personales y guardar registro de ello. Fantástico. Pero ¿Que sentido tiene que el registro que se guarda de ello no se corresponda con la realidad en la base de sus principios? Fisicamente parece no importar. Y conceptualmente, ¿Tampoco?

Es decir, ¿Nosotros nacemos, vivimos y morimos por los siglos de los siglos realmente en este planeta?









O ¿En este planeta?




                                  




Yo estoy profundamente convencido de que vivimos en el planeta representado en las imágenes inferiores. Por todo tipo de motivos. La honestidad parece simplemente apropiada.

¿No es importante? ¿Ahora que sabemos y hemos podido fotografiarlo desde el espacio? ¿Que nuestro planeta entero es así y se mueve y traslada por el espacio debido a unas aparentemente leyes físicas? ¿No deberíamos tener en cuenta cual es la forma en la que nosotros compartimos ese concepto respetando lo mejor posible la realidad de esas leyes que parecen regirnos? Yo sí que creo que deberíamos tenerlo en cuenta.


Si no, nada de todo esto tiene algún sentido. ¿Vivir una absurda existencia, engañado por nosotros mismos? No podemos permitirnos, si cabe algún ápice de esperanza para todos nosotros, continuar una situación que visualmente, como concepto en nuestra mente, está mal representado. No crean que no es importante. Lo es mucho más de lo que creen. Nuestra visión sobre el mundo encajaría con la realidad que conocemos un poquito más. El mapa encajaría con nuestro conocimiento de las cosas y quizás entonces, entre todos, encontraríamos el camino. 

Mas que nada porque lo que cae siempre cae. Aquí allá o acullá.

(Pendiente de terminar. Sin título. En el rectángulo superior entre los peces debe estar el mapa mundi bien colocado. Óleo sobre tela) 

Lo que cae hacia abajo cae hacia abajo. Eso parece ser así por los siglos de los siglos.




No sólo todo esto, si no que además, si tomamos la imagen del campo magnético terrestre con sus flechas direccionales vemos que estas entran por la parte superior del mapa y salen por la inferior.




Parece mucho más lógico que al tratarse de una corriente que parece proceder desde el interior del planeta generando una corriente envolvente alrededor de todo su entorno, surgiendo de unas condiciones especificas formadas en el centro mismo de él, ésta tenga un proceso generador autónomo que haga que de él emane esa energía. Las energías que emanan de algo, raramente suelen representarse de forma inversa a la que su concepto representa. Algo que emana o brota o surge y genera ademas un movimiento circulatorio, no tiende a representarse al contrario de lo que intenta representar.

¿Porqué motivo lo hace en todos estos mapas representativos de lo que ocurre en realidad? 
¿Porqué sabiendo todo esto todavía no se ha cambiado la imagen en la que la mayoría solemos ver el mapa? ¿Por que se enseña así en las escuelas? ¿Por que se muestra todavía así en todas partes?

La verdad es que lo desconozco. Pero algo debería ser profundamente meditado. En este planeta quedan muchas cosas por hacer. Muchas cosas pendientes. Una buena forma sería comenzar colocando las cosas como deben ser colocadas.