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martes, 13 de enero de 2015

Edificio I.F, Zona I.F o Residenciales I.F. El concepto de la barrera coralina. I.F.Building.









Los edificios I.F., zona I.F. o residenciales I.F. se agrupaban por gustos, tendencias y deseos.
Los grupos afines y armónicos iban creando zonas del agrado de las diferentes necesidades.
Podías elegir distintas esferas edificios o zonas para ir y contribuir en la armonía de gustos del lugar.
El interior del lugar estaba sabiamente ventilado por corrientes que favorecían el funcionamiento natural del movimiento de fluidos, generando zonas con microclimas apropiados en distintas ubicaciones para servir a diferentes propósitos.
Existían esferas edificio para zonas comerciales, otras para ofertas de ocio de todo tipo, edificios piscinas y baños, edificios ciencias, edificios y zonas fábrico-creativas...
Las posibilidades, configuraciones y proporciones podían ser trasformadas desde pequeños cambios modulares que creasen diversos e imaginativos espacios en muy poco tiempo, creando zonas habitables prácticamente de forma inmediata y a placer. Las distintas combinaciones de los distintos formatos modulares permitían posibilidades suficientes para satisfacer los más variados deseos.
La misma armonía se utilizaba para tratar la naturaleza dentro y fuera de las zonas habitables.
Era la llamada barreara coralina o arbolina o como quisiera llamarse. Jardines de configuraciones variadas de aspecto agradable y paradisíaco y sustentables por el entorno, eran cuidados e instalados sabiamente para producir efectos placenteros a los sentidos. Estas disposiciones voluntarias de las zonas ajardinadas creaban una barrera modificable según los gustos y necesidades de la zona, a modo de escudo o barrera diferenciadora entre la zona habitada y la no habitada. Se extendían en las zonas circundantes a las esferas, creando un espacio ajardinado y adaptado a las necesidades humanas. El llamado arte oriental mostraba sus mejores versiones para estos menesteres conjugando la fauna del lugar y armonizando sabiamente los lugares. Zonas para sentarse, para descansar, para gozar de la vida y lo hecho, para hacer deportes variados, para lo que fuera. Más allá el bosque y la naturaleza salvaje en sus diferentes y variadas formas, el equilibrio. Allá un desierto o allá el frío hielo.

Pero la armonia, la armonía la ponía el deseo, el amor, el gusto y las ganas. Las ganas de quererlo y hacerlo.


La armonía, la armonía del vivir.