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domingo, 25 de octubre de 2015

Nosotros.





Nosotros.


(Nosotros es la palabra).



Nosotros somos.
Nosotros hemos sido.
Nosotros hicimos.
Nosotros hacemos.
Nosotros estamos y estuvimos. Nosotros.
Nosotros o aquellos.
Nosotros.
Siempre somos nosotros.
Nosotros somos aquellos y los otros.
Nosotros somos y estamos y vivimos y morimos.
Nosotros.
Siempre nosotros.

Nosotros anduvimos, subimos y bajamos.
Nosotros abrimos y cerramos.
Nosotros.

Todos somos nosotros.
Todos siempre hemos sido nosotros.

No hay otros, ni vosotros, ni ellos. 
Solo nosotros.
Siempre somos nosotros.

Nosotros hemos soñado y hemos hecho.
Nosotros corrimos bajo el fuego y la lluvia.
Nosotros lo explicamos y lo memorizamos y escribimos y creamos.
Nosotros lo cambiamos.
Nosotros.

Nosotros nos amamos y soñamos que nos amamos.
Nosotros trascendemos.
Nosotros concienciamos y odiamos y arreglamos.
Nosotros enloquecemos.
Nosotros sanamos.

Nosotros miramos y comprendemos y nos unimos.
Nosotros sentimos.
Nosotros lo hicimos.

Lo hicimos nosotros.
Todos nosotros.

No hay otros.
Somos solo nosotros.


Nosotros. Los que vivimos y hemos muerto.
Todos nosotros. 
Negros y blancos, amarillos o de ojos rasgados.
Nosotros.
Todos nosotros con nuestras manos y las huellas y las lineas que cortan nuestras manos.
Todos nosotros sobre nuestros pies y las huellas y las lineas de nuestros pies.
Nosotros somos y estamos.
Nosotros fuimos y estuvimos.
Nosotros.
Siempre fuimos nosotros.

Nosotros hemos ido y venido. Hemos transportado.
Nosotros hemos cambiado.
Nosotros creamos.

Nosotros hicimos y nos levantamos y caímos.
Nosotros damos y tomamos.
Como todos.
Como todos nosotros.

Nosotros somos.
La suma de todos nosotros.
La suma del tremendo sumando de todos nosotros.

Toda partícula, todo átomo somos nosotros.

Todos somos nosotros.


Nosotros somos lo que vemos, lo que sabemos, lo que sentimos, lo que hacemos. 
Lo que damos y tomamos somos nosotros.
Todo somos nosotros.
Todos somos nosotros.

Solo nosotros.


Nosotros.

No hay otros.

Solo nosotros.

Nosotros somos todo.
Nosotros somos todos.
Todos somos nosotros.
Todo somos nosotros.




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Nosotros, nosotros y nosotros.



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Yo no puedo sin ustedes ser nosotros.

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¿Por qué nosotros?





¿Preferirían ustedes ellos? ¿O vosotros?
Nosotros es.

Nosotros siempre es.


Siempre es nosotros.



Esta entrada, por extraña que parezca es algo que repiquetea en mi interior desde hace mucho tiempo.
A través de todo éste blog, en mis escritos y pensamientos he ido explicando cosas y dando mi opinión sobre otras y siempre he sentido una carencia cuando debía o explicaba esas cosas que veía y sentía.
Esta carencia viene reflejada y queda escrita en la utilización de los conceptos diferenciadores entre las cosas cercanas y lejanas. Entre las cosas que me atañen y las que no lo hacen. Entre el yo y lo demás.

Pero fíjense ustedes que yo sin ustedes nada soy.
Yo soy yo por ustedes y por eso nosotros.

Yo puedo ser yo por todo, por eso nosotros es todo.

Todo es nosotros.




Yo no puedo sin ustedes ser nosotros.





Todo pensamiento sobre lo que me rodea es antes en mí pues en mí se produce la percepción.
Toda cosa dicha es antes en mí pues soy yo quien lo piensa y yo no puedo ser sin ustedes y el todo que me rodea.

Todo lo que me rodea llega a mí y en mí se produce la percepción de lo que me rodea.
Soy consciente del todo cuando lo percibo, no cuando existe por sí.
Es así que mi yo se forma en mi percepción de lo que me llega y lo que me llega es nosotros pues como parte de la tarta yo formo parte de ella.
Todos estamos unidos en el todo.

No hay otra cosa que el nosotros en el todo.

Algunos encontraran todas estas disquisiciones absurdas e innecesarias, pero en verdad es necesario tener y darse cuenta del nosotros.
Cualquier cosa es en el nosotros. Todo es en el nosotros.

Somos nosotros. Siempre hemos sido nosotros.
Siempre es nosotros.


Miren que cualquier cosa que diga sobre lo que me rodea primero es en mí, sea bueno o malo según la percepción de las cosas que cada uno tenga, pero primero es en mí si al nosotros doy algo en referencia a lo que tomo.
Lo que tomo es, o podemos decir que es ustedes, es decir, en principio algo ajeno a mí, pero al recibirlo, al ser consciente del todo o de una parte de ese todo, inmediatamente se produce el nosotros. Desaparece el ustedes puesto que al ser consciente del ustedes, el ustedes y lo ajeno a mi se convierten en nosotros.
Todo lo que sale de mí, digo, es decir de nosotros, primero es en mí al salir de mí. Todo lo que yo produzca o dé, es para mí, para nosotros, pero primero de todo, al salir de mí es para mí. Yo soy el primero en recibir lo que doy.
Así necesariamente todo lo que yo les dé será primero para mí en el nosotros por salir de mí.
Todo lo que yo les dé primero lo sufro o lo celebro en mí. Aunque finalmente lo que yo les doy es para nosotros necesariamente.
Para todos nosotros.
Si les doy mal, según mi particular concepto de las cosas, el primero en recibir ese mal soy yo para sufrirlo finalmente en el nosotros.
Si les doy bien, según mi particular concepto de las cosas, el primero en recibir ese bien soy yo para celebrarlo finalmente en el nosotros.

He ahí el trata al prójimo como desearías ser tratado, el amar al prójimo como a ti mismo.
No porque recibas o puedas esperar lo mismo de él o ellos, si no porque el primero en recibir lo que das eres tú mismo.
Si a alguien llamo idiota, el primero en escuchar ese idiota soy yo en mi mente y luego en mi palabra o acto.

Es así que el primer idiota en sentir el concepto idiota soy yo mismo que soy quien lo creó.
Yo mismo soy el que recibe, en primera instancia, lo que doy para el nosotros.
Pues al recibirlo yo, ya no es ustedes, ni aquel o aquello, si no indudablemente un nosotros.

Por eso es siempre nosotros.
Todo es nosotros.


Ahí mi afán en darles o mejor dicho darnos, o al menos intentarlo, todo esto. Sabedor además que todo lo malo que se puede producir en mí y se ha producido a través de éste blog y en mi vida, primero ha sido para mí.
Todo lo malo que he dado primero me lo he dado a mí.
Todo lo que quizás haya sido bueno, ha sido bueno para mí primero.

Sufridor primero del ustedes en mí. Siendo nosotros.

Todo lo malo que damos nos lo damos a nosotros. A todos nosotros.
Todo lo bueno que damos nos lo damos a nosotros.
Damos bien, tomamos bien.
Damos mal, tomamos mal.



Dense pensando en el nosotros, pues somos nosotros.
No hay otros ni aquellos. Solo nosotros.
Todo somos nosotros.
Siempre somos nosotros.


Cargado con mis debilidades  he intentado dar lo mejor de mí pensando en ustedes, en nosotros.



Así quizás se explica todo el llanto que acompaña este blog. Todo ese sentir lo malo en mí aún intentando dar lo mejor de mí.

También todo ese llanto de lo bueno.


Ojalá sepan ustedes en el nosotros hacer todo esto mejor que yo, pues yo poco soy y mucho menos sin ustedes.


Allí, agarrado a no sé qué.




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Se dice que los humanos conquistaron el fuego y así los humanos tienen esa victoria para sí. 
Se dice que alguien inventó la rueda y así el ser humano en su conjunto tiene esa victoria para sí.
El ser humano o un grupo de ellos consiguió surcar los cielos y el ser humano disfruta la victoria del uno o de ese pequeño grupo.

Es así que se entiende que si un humano comete error o indulgencia o desastre, el ser humano tiene y sufre y padece la derrota del uno.
Si un humano yerra y fracasa, es el ser humano en su conjunto el que fracasa.


Pero si un humano vence, todos vencemos.


Todos gozamos de la victoria de uno solo pues nos representa en el nosotros.
Todos debemos avergonzarnos de la derrota o el fracaso de uno solo pues en el nosotros nos representa.



Oh, señores, si solo ... paciésemos en paz un solo día, ¿Cuán grande sería esa Victoria?

...para el Nosotros.


Y si fuese un año o toda la vida...


Para todos nosotros.
Para Todo nosotros.








(Y mañana, Dios dirá).