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lunes, 16 de marzo de 2015

Ideas de chorlito para el pito. (Un singular regalo para el día del padre).




El sombrero del guerrero.
La elegante corbata.
El tulipán de lujo.
La copa que rebosa.
La caricia del tacto.
El gorrito de calor.
El tulipán bufanda.
El caperuzón rosa.
La larga toalla.
El albornoz del cariño.




Esta entrada hace referencia a una entrada que quedo ya atrás, concretamente a la entrada de nombre: "En los estantes del camino". 

Se trata de una entrada referente a una idea. Referente a una de las ideas que pueblan este blog y que intentan facilitar o mejorar la vida que nos acontece.

Iba a ir acompañada de imágenes, pero creo que no hará falta pues la idea es sencilla de entender.

Se trata de un modo para disminuir o frenar un cierto problema que surge normalmente a determinada edad y del que los hombres son víctimas.

Esta idea o invento consiste en un pequeño caperuzón de tejido y tacto agradable con una zona de alta absorción en el extremo cerrado de su forma y con una zona constrictiva a pocos centímetros de ésta con la utilidad de frenar el lastimoso y molesto goteo producido por la incontinencia urinaria cuando se produce o se siente.

El propósito de este caperuzón o "larga toalla" o tantos y otros nombres que pudiéranse dársele, no es otro que paliar esta simple anomalía.
Más allá de todo gran pañal u otros medios que para ello se emplean, este sistema se encargaría de evitar el molesto goteo que la incontinencia urinaria acarrea. Así, con unos cómodos, sencillos, baratos y efectivos "gorritos de calor" podría subsanarse tan desfavorecedor efecto.

El hecho de que estos "tulipanes de lujo" posean una zona constrictiva ayudarían a que llegado el caso en el que se produjese o sintiese tal goteo, la "caricia del tacto" frenaría, debido a su ligera y estudiada presión sobre el conducto urinario a la altura de la zona prepucial, toda incontinencia evitando así el consiguiente manchado de calzoncillos, slips, pantalones, o cualquiérase prenda que el sufridor de tal patología llevara en aquel momento.

Una vez llegado al lugar dónde la persona decidiese evacuar su presión uretral y después de retirar toda ropa que le cubriera la zona inguinal, se dispondría a retirar el llamado "sombrero del guerrero" sin problemas de manchado alguno sobre sus otras prendas puesto que tal incontinencia estaría frenada por la zona constrictora adecuada para tal efecto y propósito.

"El tulipán bufanda" podría ser remplazado por otro que el propio interesado podría llevar de forma cómoda y disimulada para tal efecto como si de un paquete de toallitas de papel fuera.

Es así que todo ser aquejado por tal molestia, podría estar seguro de no derramar líquido alguno de su "copa que rebosa",  de no depender y portar tan incómodos y abultados pañales haciendo de su vida un sin vivir, ni gotear continuamente toda prenda que le cubriese. 
El portador del "albornoz del cariño" sabría que la pequeña zona de absorción más la zona de presión o zona constrictiva evitarían todo manchado y sensación de apuro que la inmediatez de tal malestar producen.

Esta "caperuzón rosa" podría o debería tener también un goma elástica en su extremo superior a modo de asa de cubo para sujetarlo a la zona testicular evitando su inapropiado descuelgue. 

La variedad de tejidos, colores y características convertirían a tan sorprendente artilugio en una especie de "elegante corbata", una "caricia del tacto" que haría decente el transitar de cualquier afectado dándole un aire vistoso, que a la vez digno, al cansado guerrero después de tan azarosa vida.


Ésta es, sin duda alguna, "Una idea de chorlito para el pito".